domingo, 29 de noviembre de 2009

De porqué Crepúsculo es una porquería

Puede que suene egocéntrico y poco tolerante, pero los vampiros son lo mío. Pasé gran parte de mi adolescencia examinando una y otra vez las manifestaciones verdaderamente importantes para la cultura del vampirismo como Anne Rice, Bram Stoker, Lord Byron, Edgar Allan Poe, etcétera. Sé quienes son Lilith, Alucard, Van Helsing, El conde Contar, Lestat y hasta chiquidrácula.

Quien me ha leído desde hace años sabrá que hasta escribí una historia que se llama "Poseyendo tus labios" y que podría compararse un tanto a lo que hace esta horrible mujer, de lo cual no me enorgullezco ( pero en mi defensa puedo decir que tenía 13 años y que mi vampiro le deshacía la boca a mordidas a la niña que sentía fascinación por él. Supongo que el matiz erótico mantiene un poco de mi credibilidad callejera). Quise ser dark y frecuenté algunos círculos de "vampiros"aquí en Guadalajara que si les platico sus ritos no creerían que alguien como yo estuviera ahí. Hasta esos extremos puede llegar el amor a la literatura pero agradezco que tuve cabeza suficiente y salí de ahí a tiempo para continuar con mi aburrida vida literaria.

Justo por eso es que tengo todos los argumentos necesarios para criticar "Crepúsculo" a mis anchas. Primero porque es una historia que cae en todos los arquetipos posibles: tenemos una princesa indefensa que necesita un príncipe enamorado que la salve, que sea capaz de vencer cualquier obstáculo por su amor y cuyo objetivo principal sea pedir su mano en matrimonio para vivir felices por siempre. Esto aunado a diálogos ñoños, poco verosímiles y ridículos convierten a las películas en una tortura peor que las cosquillas para quien gusta del buen cine.


Ante este relato no puedo evitar imaginarme a su autora, Stephenie Meyer: una puberta gorda, llena de granos e invisible para el resto del mundo cuya esperanza fue depositada en los libros de la verdadera Reina de los Condenados (Anne Rice). Ansiando de esta manera que alguien distinto descubriera su belleza oculta, quizás un ser mítico como Edward Cullen para que las demás pudieran envidiarla. Lástima que ni siquiera entendió las cosas más básicas. Todo mundo me dice que en una historia se pueden cambiar las cosas a placer y que no debo ser tan ortodoxa, pero yo creo que si Meyer iba a hablar de vampiros me parece despreciable que no haya sangre, oscuridad y rock n` roll, ¿qué es eso de que brillen con la luz del sol? Los vampiros no brillan: se queman, por eso tienen que andar en las tinieblas.


Los vampiros NO tienen hijos, les recuerdo que están muertos. Se caracterizan por tener una pasión enorme producto de demasiados años de vida y una sexualidad bastante abierta que les ha valido la fama que todos conocemos (todo esto según el mito presente en casi todas las fuentes literarias), pero es imposible que el tal Edward y Bella se casen y tengan niños vampiros. No entiendo de verdad cómo es que provoca tantos suspiros cuando hasta a mí, que me declaro tremendamente cursi, me dan ganas de vomitar. No cabe duda que atacar al público adolescente y calenturiento es un negocio rentable.


Además creen que está muy cool poner canciones de Muse y Radiohead en las películas para que la gente las identifique como "la música de Twilight". Una razón más para que me revienten el hígado con sus películas chafas que, desgraciadamente, están marcando tendencia entre millones de adolescentes alrededor del mundo que hoy en día quieren ser vampiros y consumir la misma mierda de siempre.

No está mal soñar. Necesitamos ilusiones para sobrevivir en el día a día, pero lo que más me enoja de todo el asunto es que a pesar de la basura que es, actualmente sea uno de los best sellers más importantes cuando en la periferia nos mantenemos tanto escritor empolvado, anhelando con todo el corazón que nos lean, exprimiéndonos el cerebro para intentar ser lo más originales posible...

¿Por qué el mainstream tiene que empujarnos hacia la creación de este tipo de contenidos? Lo criticable de la heroina de la historia es que acepta la inseguridad de los adolescentes, además de establecer paradigmas acerca del amor que difícilmente se conseguirán en el mundo real, evidenciando su poco carácter propositivo en cuestión narrativa.

Está muy bien que la gente lea lo que quiera, siempre y cuando sirva para motivarle a leer más de cualquier otra cosa. Está muy bien que el lobo se quite la camisa y muestre su cuerpo ejercitado, todas lo agradecemos mucho. Pero estoy hasta el copete de darme cuenta del bajo nivel de exigencia y en observar, con tristeza profunda, que eso es lo que la gente quiere. Respetable, pero triste a pesar de todo.


Anabel.

martes, 24 de noviembre de 2009

Mátenme porque me muero

Vampiros. Que brillan. Y citan a Mariah Carey para impresionar mujeres. El mundo se va a acabar.


El domingo… no, el sábado… no… sí, el sábado fui a ver Luna Nueva (mi mente ya empieza a bloquearlo aparentemente) y fue, bueno, fue muy estúpido de mi parte, pero a parte de eso fue una experiencia muy bizarra.


Primero, la sala estaba llena y eran las 10 y media de la noche. ¿Por qué una sala de una película para pubertas adolescentes calientes está llena a las 10 y media pm?… ¿¿No deberían estar en sus casas escuinclas?? Señor, ¿Sabe usted dónde está su hija? por supuesto que no lo sabe… VIENDOLE EL TRASERO A UN HOMBRE LOBO SEÑOR, ahí está su puberta de… wow… Dios de mi vida, estas no son pubertas.


Así es, mi primer gran shock al llegar a la sala es que el público en general estaba compuesto por mujeres (¿ven las itálicas?) de 18 a 22 años que parecían perfectamente normales hasta que mostraban su desmedido entusiasmo por un vampirito decididamente gay (no hay macho heterosexual en este planeta o ningún otro que se unte brillantina en el cuerpo voluntariamente) que para ocultar esa misma gaysualidad le dice a su "novia" guiño guiño: "no puedo vivir, si vivir es vivir sin ti".


No usó esas palabras exactas, pero eso fue solo para evitar una demanda de la diva del ken lee, pero el hecho de haber sacado eso como el as bajo la manga deja menos dudas que si hubieran encontrado a Eddy (Así le dicen en el Angel's) en su casa viendo la temporada completa de Will and Grace.


Eso sin mencionar que tiene 107 años y… va en prepa (No creo que la SEP se refiriera a eso en su programa de educación para adultos mayores) y su "novia" sólo es 90 años menor. De todas maneras la edad es sólo un número ¿no?


Y bueno, le he tirado tanto al pobre Eddy que me he olvidado de destrozar a todos los demás. Pero digamos que él es el mejor personaje de la película. Luna Nueva no tiene un sólo momento rescatable, a parte de cuando sale la hermana de Edward (por qué ella no es la protagonista??) y cuando se acaba. Bueno, y las canciones, pero esas no son de la película, simplemente los productores tienen mucho dinero y creyeron que profanar las canciones de Thom Yorke y Muse agregaría insulto al ultraje y dijeron: ahh… si ya nos vamos a ir al infierno, hay que hacerlo bien. Aparentemente eso también es una frase de Edward Cullen.


Y esto era una crónica de mi ida al cine, pero es que me dejé llevar, la cosa es que todas las mujeres esas babeaban cada que salía o el vampiro o el hombre lobo, que es como toda la película, y yo me reía cuando citaban a mariah carey o a Arjona (estoy seguro que dijeron algo con el aire que respiras o algo así). El resultado fue que mi asiento tenía demasiadas palomitas que yo no compré.


Si ustedes son fans de Crepúsculo o Eddy y se sienten ofendidos por mi post, denme dos párrafos más y estoy seguro que puedo hacer que me odien.


Ved

jueves, 29 de octubre de 2009

El tiempo es solo tiempo en mi mente

Decía Einstein que todo es relativo. Un montón de incultos poco dados a la astrofísica utilizan al más puro estilo heurístico de Schopenhauer esta frase para decir que cualquier argumento es igual de válido que otro.

PERO... (Es un gran pero) A lo que el científico con el peor (o mejor, depende de dónde se vea) peinado de la historia se refería es, de hecho, al tiempo y al espacio, no a las alegatas de rancho. Einstein propuso que las cosas pasan antes o después dependiendo de dónde se encuentre uno. Si no entienden, pues se aguantan, o píquenle aquí: http://es.wikipedia.org/wiki/Relatividad_general

Bueno, sólo quería aclarar eso para todos aquellos que usan la frasecita para defenderse.

El tiempo sí que es relativo. Por ejemplo, en clase de comunicación corporativa el reloj transcurre de 2.5 a 3 veces más lento que durante un partido de fútbol del Barça. Científicamente comprobado.

La relación es más o menos parecida en filas de banco, visitas a los tíos y peleas con la pareja en turno vs. películas de Bruce Willis, visitas a restaurantes con menús interesantes y reconciliaciones con la pareja en turno.

En los regaños en especial, el tiempo, ya no es que vaya lento, más bien de plano se burla. Yo recuerdo haber visto a mi papá listarme todas las tareas que había dejado de hacer en secundaria, más el castigo que me iba a tocar, más la explicación de porqué era yo un mal hijo y porqué era él un buen padre y todavía algún detalle que seguro se me escapa y los malditos comerciales del baseball entre entrada y entrada todavía ni se acababan (Y en ese entonces nadie quería patrocinar baseball).

O luego hay cosas que se pasan de pronto y no nos damos cuenta. Por ejemplo noto que llevo casi un mes sin escribir aquí, y la verdad a mi se me hace que no es para tanto, o las veces que quisieramos que el día tuviera 40 horas por todo lo que tenemos que hacer, o al contrario, que nos lo dejaran en 12 porque ya nos tiene podridos y no son ni las diez de la mañana.

Dicen que mientras más viejo es uno, más rápido pasa el tiempo, aunque yo no estoy tan seguro, creo que tiene más que ver con que cuando tienes cosas que hacer, la vida se pasa más pronto, y entonces es cuando aplica la ley de Murphy, pues si tienes tanto que hacer, lo mejor sería que el tiempo se fuera más lento.

El tiempo cura las heridas, da brillo a los recuerdos, deja que crezca la cosecha y ayuda a calmar los ánimos. No hay plazo que no se venza, ni tiempo que no nos alcance. "No te juzgues sin tiempo" decía Benedetti. Y, con todo, el tiempo no existe. Es relativo. Un artificio que nos inventamos para saber cuándo voltear para adelante y cuándo para atrás.

Ojalá que mi tiempo no pase en vano.

Ved.

martes, 27 de octubre de 2009

Mis días a blanco y negro

Hoy desperté y el día era gris. No sólo porque el hada del otoño parece haber hecho su triunfal aparición dejándonos con la desagradable sensación de que nunca se sabe cómo es el clima: Hace frío, luego te quitas el suéter porque hace calor, pero luego te lo pones porque hace viento helado y entonces comienza a llover...Oh, porvenir!

Comenzó haciendo frío pero ya sabía yo que no tenía que confiarme ni de eso ni de la muchacha con poca ropa que predice el clima en canal cuatro, ¿han notado como siempre ponen buenotas a hablar de los días soleados y las precipitaciones?, ¿Será debido a que es una sección a la que puede no ponérsele atención? Se trata de todo un misterio mediático. En fin, me tomé mi imprescindible taza de café y salí a caminar en búsqueda de mi nueva historia de CCA (camión caliente y apestoso, pues) mientras trataba de sentirme mejor.

El día de hoy no podía abrir los ojos, tenía un par de rayitas para ver debido a que los párpados estaban hinchados. Además tenía sueño porque no había dormido y una preocupación de esas tan hondas que no te dejan vivir. No sólo el día pintaba de color grisáceo sino que además dentro de mí todo estaba deslavado. Se sentía como un sonido agudo y constante siempre presente en mis oídos que me impedía escuchar o pensar cualquier otra cosa que no fuera la misma oración retumbando en mi cabeza.

La tristeza es como percibirlo todo en negativos. Basta con unas cuantas palabras, una mirada helada o una despedida inesperada para que una bomba exploté entre la garganta y el estómago, un silencio absoluto del que uno siente no podrá escapar. Podría hacer poesía de esto, imaginar que mis nuevos desiertos colocados en la ventana son sólo un requisito para la inspiración necesaria que me obligue a escribir, pero prefiriría dormir: despiértenme cuando todo haya pasado y mis días vuelvan a tener color.

Siento el aroma a flores sanarme de una manera absurda toda la esperanza..

Anabel.

jueves, 8 de octubre de 2009

De cómo aprendí que puedo ser surfista (una crónica de la desesperación)

El otro día que me subí al camión para ir a la escuela llegué a la conclusión de que yo podría ser surfista. En realidad no es tan descabellado ni estoy tan loca como ustedes podrían pensar. Ahí estaba yo: el periódico en una mano, el ipod en la otra (no por fodonga sino porque mi pantalón no tiene bolsas), la mochilota en mis hombros tapando el pasillo y a mi alrededor una muchedumbre con olor peculiar exhalando aire caliente.

Ahí estoy yo concentrada en las letras de Muse con el cuerpo hacia delante tratando de atorarme con la cadera entre los asientos para no caerme. Algunas veces me detengo con uno o dos dedos que aún tengo disponibles cuando la inercia de los frenos me obliga a hacerlo con la finalidad de no repegarmele descaradamente al tipo que viene dormido y cuya cabeza realiza un peligroso movimiento pendular. Derecha-izquierda. Izquierda-Derecha, ¡centro! , se despierta...ah no, ya volvió a caer: Derecha-izquierda, aquí vamos otra vez.

Sin embargo mi entrenamiento no ha llegado a su fin. Cuando en el camión hay tanta gente que nos volvemos uno solo, y no precisamente por cachondería, es tiempo de comenzar el circo de pasar el pasaje de los de atrás para dárselo al chofer que lo exige de mala manera y que minutos antes ha aplastado con las puertas el brazo de una señora de reacción silenciosa. "Pasa dos", me dice la rubia ficticia colocada al lado de mí. "¿Con la boca o qué?" Pienso yo sin manifestarlo públicamente ante la posibilidad de que mi sinceridad peque de grosería. Undostres...misión cumplida. Aquí viene el cambio, la "disque-wera" está platicando y no me pone atención. "Ándale chula, por tu culpa me voy a caer y me voy a enojar" le digo por telepatía observándola fijamente. Por fin ha comprendido mi mirada de pistola y pasa el cambio.

Entonces me digo a mi misma:"Oye mi misma, esto podría ser provechoso considerando que hay una terrible epidemia de influenza y es mejor no tocar nada" Además creo que me hace sentir mejor saber que tengo tal equilibrio, desconocido para una personalidad tan torpe como soy yo. Pero lo admito, ya me desesperé del olor que no sé cómo clasificar, de la falta de oxígeno y del niñito que recientemente ha comenzado a llorar.

Y yo sigo en la pasadera de pasajes en automático. Ya ni siquiera siento que me voy a caer ni me interesa lo que piense el señor que me sonríe coquetamente a 5 pasos de distancia. En el horizonte distingo la silueta de mi alma mater como si fuera un oasis y aguardo discretamente mientras alguien más toca el timbre. Sorpresa, el camión no quiso detenerse y una doña le grita al camionero como si fuera su marido: que si piensa que tenemos su tiempo, que si no sabe que tocamos el timbre, que gente como él debería $%"!&/, ¡ oh, florido vocabulario no apto para este blog! Se detiene una parada después al lado del panteón. Las puertas se abren, bajo las escaleras y entonces recibo una bocanada de aire fresco que me hace pensar en lo bonito de la vida cuando te da esos detalles antes carentes. Camino apresuradamente sin mirar atrás por temor a convertirme en estatua de sal. Como cereza del pastel ya voy tarde a la escuela otra vez...

Anabel.

sábado, 12 de septiembre de 2009

Y si todos nuestros días están contados...

Pido una disculpa a todos los amantes de este blog (o sea mis tres amigos imaginarios) por haberlos privado de mi ausencia durante algunas semanas. Culpen a Televisa porque tienen la culpa de todo lo malo que pasa en el mundo. 


La Cookies morirá. Bueno, todos moriremos, pero ella pronto, bueno a lo mejor alguno de nosotros también, pero ella seguramente. 


La Cookies es la perrita de esta casa (léase animal canino, no adjetivo despectivo, yo así no me llevo). Es una especie de maltés con french poodle y alien, que nunca fue muy bonita, pero siempre muy agradecida. 


Pues resulta que ya tiene la friolera de 14 años y dicen mi mamá y mi hermana (que son las que se encargan de ella) que ya no da más. Yo todavía la veo moverse y su instinto para notar que estoy comiendo en un radio de 5 km a la redonda parece intacto, pero ellas dicen que no, que ya es hora de cantarle el requiem. 


 Yo nunca le he tenido ni mucho ni poco cariño a la animalita, o sea, me pide comida y le doy y la saludo cuando llego y me saluda, pero hasta ahí. Y lo extraño del caso es que ahora que me dicen que la "dormirán" (La próxima vez que una chica guapa los invite a dormir, piénsenlo dos veces, puede ser mucho menos divertido de lo que se imaginaron), la verdad es que me da tristeza. 


Eso es lo que se me hace raro. Que me de tristeza un animal. Con tanto niño pobre, tanta delincuencia, tantas familias sin comer, tanto de tanto en este mundo, a mi me viene a dar pesadumbre la muerte de una perrita antiestética y me siento un poco estúpido. 


 Aquí la tengo a mi lado, preguntándose si habré dejado un poco de helado de chocolate para ella, y me dan ganas de decirle: corre, sálvate! pero ni entiende, ni puede correr. Mejor le doy helado. 


¿Se puede sentir legítimo pesar por un hecho tan vanal? yo en verdad creo que no, todas esas asociaciones que cuidan ballenas y perros y caballos y periquitos del amazonas en peligro de extinción y se olvidan de las personas se me hacen de lo "pior". Igual que los que se echan a llorar en las películas cuando matan al perro pero no se inmutan después de 50 soldados ensangrentados. 


Y con todo y eso, qué awite que se muera la Cookies. 


Por supuesto que no irá al cielo de los perros (Hollywood les mintió, eso no existe), ni la reencontraré en la otra vida, ni nada. La Cookies se va y se va. Nos quedará este blog y la memoria para recordarla. Nada más. 


Tendremos que comprar otra. De preferencia de las que no se mueren. 


Ved.

domingo, 30 de agosto de 2009

Ya tenemos equipo de futbol

Contrario a todos los pronósticos, los magios ganan el primer partido de la temporada. Permitanme explicarles: Adrián y unos cuantos seguidores han decidido formar el equipo de futbol de ciencias de la comunicación, reclutando para él a los heterosexuales de la carrera, cosa que no fue sencilla porque entre tanta mujer y joto pues se tardaron un ratito en organizarse para hacer deporte con Memo como entrenador.

Mi predicción era que ganaban y todos los que no me habían tomado en serio regresaron asombrados a contar como resultó vencido el equipo de los prepos frente a mis bofeados compañeros sin condición (y eso que Mario jugó de delantero).

Parece ser que esta semana tendremos un buen tema de conversación, ya que no hay manera de evitar que los jugadores regresen volados a presumirnos a todos como Chino no jugó porque estaba herido, el momento preciso en el que Atilano cayó a morder el pasto y sobre todo, el más grande chisme que anda circulando por el momento: que Adrián no sabe correr pues se dedica a mover los brazos cual colibrí que comienza a despegar ajajajaja.

Muchas felicidades a todos. Y Adrián si me estás leyendo más vale que escribas pronto...y aprendas a correr... (es carrilla, no regaño ajaja)

Anabel

domingo, 16 de agosto de 2009

Cuando la princesa se transforma en chacha de la torre...

Hay ocasiones en las que uno tiene que ponerse duro consigo mismo, adoptar una actitud objetiva y decirse: "No puedes continuar viviendo en esta pocilga" y ponerse a recoger su cuarto. Sí, lo sé, una labor particularme dura y para la que hay que reunir la suficiente fuerza de voluntad para sobrevivir a ella: ser hombre y no payaso.

Yo no soy una persona desordenada, más bien soy un tanto descuidada todos los días, poco a poquito, hasta que me da por ser obsesiva al pensar que ninguna mujercita respetable puede tener un cuarto como el mío. Hoy por ejemplo, como muchos otros días, me dispongo a lavar sábanas y fundas; tirar papeles de la escuela que no sirven para nada; acomodar mi closet por colores; ordenar zapatos; sacudir la infinidad de libros de mi cuarto-biblioteca uno por uno; despedir a uno que otro vago olvidado tras de mi cerro de ropa sucia y aspirar al monstruo de tres ojos que vive debajo de mi cama (sí, tengo un monstruo debajo de mi cama pero ya les contaré en otra ocasión).

Sólo después de todo un día de trabajo me sentiré orgullosa de mí misma, a final de cuentas yo soy la que disfruta de mi cuarto porque nadie sube a la torre de esta princesa. Tengo el placer de vivir en la azotea de mi casa, donde a todo mundo le da flojera asomarse y no recibo visitas ni de mi mamá pero lo hago porque creo en eso de la psicología que dice que no te puedes concentrar entre tanto mugrero. No me consta pero debo admitir que he heredado la adicción de mi madre por tenerlo todo limpio, sobre todo cuando estoy muy nerviosa o increíblemente enojada: sería capaz de tallar con cepillo de dientes el piso con tal de distraerme.

¿Saben que el día de hoy estuve enclaustrada toda la tarde en mi torre porque tenía que hacer un ensayo sobre el estado liberal en México? Yo creo que no existe pero supongo que no quieren leer sobre mis reflexiones políticas en este blog, así que me voy contenta, a seguir tallando. Tienen que admitir que soy un buen partido: lectora voraz, chacha de profesión y rara de corazón ¿qué tal, eh?

Anabel.

miércoles, 22 de julio de 2009

Cuando lo tienes que sentir en los huesos

Se cancela mi post que iba a escribir porque otro tema más urgente nos atañe.


Estoy enfermo. Enfermo, enfermo, MUY enfermo. Sospecho que mi ida a McDonallds ayer y la consecuente compra del combo Big Mac que venden ahí están acabando conmigo (bueno más que la compra considero culpable a la ingesta de dicho combo, por comprarlo no pasa nada).


Por cada pieza del combo adquirida, yo tengo un síntoma.  Hasta se me hace que me quedan debiendo. Vómito a cambio de papas, diarrea a cambio de refresco y fiebre por big mac! Maldithes! Me siguen sobrando los mareos el dolor estomacal y el cuerpo cortado. Me alcanza para la cajita feliz con todo y muñequito de transformers!.


La cosa es que yo no me enfermo y así como que "ah bueno ps ya luego se le pasa" no no, yo me enfermo y es como una réplica del fin de los tiempos en miniatura. Vomito y se escuchan los truenos del apocalipsis claritos, hasta el vecino se entera (y el vecino es un señor medio sordo de 80 años... no es broma). Me retuerzo como condenado ante la presencia del creador y me salen puntitos rojos en los cachetes, como un simbolismo de mi caida yo supongo. 


Después viene el hambre (lo otro fue la guerra). Literalmente muero de hambre, pero si como, vomit. Y si no como me duele el estómago. Es como un mmm... ganar-ganar, sólo que al revés. La solución a esto es tomar gatorade o té de algo o alguna jalada de esas, que sirven cuando estás enfermo. Claramente el Gatorade quita el hambre igual que la ONU lo hace en Somalia, o sea no la quita. 


En cambio veo con admiración que el Gatorade (derechos reservados, no vaya a ser) sí sirve para vomitar. La única ventaja de esto es que devuelto sabe igual que ingerido, así que es como si hubieras comprado dos gatorades y sólo pagaras uno. 


Enseguda tenemos la peste. Con diarrea no hace falta explicar la peste.


Y al final... el camino que nos espera a todos... la mueeerte, el fin del calvario, el reencuentro con el creador. Yo siento un poco que me voy a morir, pero esperemos que sea en muchos años, cuando tenga barba blanca, haya hecho varias películas y conocido a Kristin Kreuk y jugado en el Camp Nou. 


No cabe duda que uno se da cuenta de lo bonito que es estar sano hasta que se enferma. Por eso yo les recomiendo chavales, niños, amigos todos, que lo mejor que pueden hacer hoy no es dar gracias a Dios por estar bien, ni mantenerse de esa manera. Nada de eso. Mi recomendación de la semana es que vayan por un Mctrio, o dos o los que les hagan falta (que al cabo están en descuento, ese fue el origen del problema) para que sientan que Ronald McDonalld es un hijo de las tinieblas. Van a ver que entre la segunda y la tercer guacareada, empezarán a valorar profundamente su salud. 


Ved. 

viernes, 10 de julio de 2009

Mujer, caracola de la tierra


Descubrí sus letras al mismo tiempo que el teatro entraba a mi vida como un regalo del destino que nunca me cansaré de agradecer. En ese entonces yo tenía 14 años y comenzaba a soltarme el cabello, ya conocía al más grande de mis desamores y había dejado de usar lentes pues una de mis compañeras había tomado a bien empujarme en el balcón haciéndolos caer desde el tercer piso.

Fue justamente en este período cuando oí el primer"me gustas cuando callas porque estás como ausente"y comencé a leerlo, enamorándome poco a poco de cada palabra para creer ilusamente que era a mí a quien le escribía desesperado a falta de tiempo para celebrar mis cabellos, ávido de mi risa y mi cuerpo desnudo, tan simple como la palma de su mano.

Muchos me preguntan que porqué me gusta tanto y contrario a lo que pudieran pensar la respuesta es no: no soy necrófila. Mi teoría es que entiendo su manera de sentir o tal vez es que ahí encuentro todo el romanticismo que nunca tendré en la vida real. Afrontémoslo, me equivoqué de siglo para esto de las relaciones porque por más que yo lo desee nadie va a venir a poner su saco para que mis pies no toquen los charcos, ni voy a encontrar rosas en mi balcón....

Así que supongo que siempre puedo imaginar que soy la caracola terrestre de los apasionados versos de Neruda, que los cien poemas de amor o sus convicciones políticas se quedaron quietos para que yo los encontrara y los alabara al sonarme tan conocidos, ¿saben que Neruda tiene un poema sobre sus frustraciones como escritor? Cuando lo leí, sonreí como tonta al enterarme que le desesperaban las reglas de la puntuación y lo estricto de la gramática. Me hace sentir un poco mejor que hasta él tuvo crisis alguna vez en cuanto a sus letras y sus posibilidades de trascender con ellas.

Sé que Pablo Neruda era un hombre feo, sumamente apasionado, convencido y colérico, y aun cuando hace muchos años que dejó este mundo, lo cierto es que lo amo con una locura que solo unos cuantos viciosos de la lectura podrían comprender. Algún día iré a Chile y conoceré sus casas, debo hacerlo antes de morirme, para poder sentir en carne propia toda su esencia que de seguro tuvo que haberse quedado impregnada en los hogares que él conoció.

Por él, cada mañana pido paz por los crepúsculos que vienen y amo sinceramente el amor de los marineros que besan y se van. A veces sucede que me canso de ser hombre y de mi mano derecha que sólo quiere escribir Rosario, atrapada en la eterna ilusión de llegar a escribirle al amor que se hace sobre el pan y las uvas. Sólo en sus libros encuentro una furia y una pasión que se asemeja a la mía sin temor a equivocarme, y quien me conoce sabrá que no estoy exagerando: esta manera de sentir y vivir me caracteriza completamente.

Vuelvo a mis páginas antes de dormir porque sólo así puedo continuar creyendo que esta fantasía de poetas puede ser real y que al menos alguien cree que yo podría ser una reina. Nadie ve mi corona de cristal, nadie mira la alfombra de oro rojo que piso donde paso, pero él (sin saberlo) me ha nombrado su reina.


Anabel.

miércoles, 24 de junio de 2009

Y se ha demostrado que nunca nadie nos podrá doblegar

"Algunas personas creen que el fútbol es un asunto de vida o muerte. Se los aseguro, es mucho más serio que eso". Bill Shankly, ex entrenador del Liverpool.


De veras don Shanky se tomaba el fut en serio. Una vez le preguntaron si era verdad que llevaba a su esposa a un partido de fútbol como regalo de aniversario, a lo que él respondió: "por supuesto que no, es su cumpleaños. Tú crees que yo me hubiera casado en temporada de fútbol?". 


Dicen por ahí que de las cosas menos importantes, el futbol es la más importante y yo creo que es verdad. En el último mundial se generaron algo así como 6 billones de Euros, lo cual viene siendo algo así como 1,118,747,143 de pesos. Eso es más de lo que todos los que lean y escriban este blog lleguemos a juntar durante todos los días de nuestra vida juntos. Y según yo Slim lee mi blog.


Yo siempre me he preguntado si la gente sabe que no sirve. Por ejemplo, conozco algunos músicos que juran que van a ser los próximos Beatles y no saben ni afinar una guitarra. O algunos "grandes escritores" que no saben ni poner acentos. Y se ven tan seguros de sí mismos que nadie se quiere aventar la bronca de decirles que no la arman, entonces, si ellos no lo saben, algún día se darán cuenta?... no lo sé. Yo me doy cuenta que no la armo en el fucho. 


O sea, tampoco es que sea yo de esa gente que le avientan un balonazo y se tapa la cara, pero estoy muy lejos de Ronaldhino o Messi. Muy lejos. Muy lejos. De veras. Pero igual me encanta, me emociona, juego fifa en el playstation y siento que me muevo a mí mismo, conozco a todos los jugadores del Barcelona, con todo y banca, sé cuánto miden, de qué juegan, cuánto valen y hasta qué les da de desayunar su mamá (no se burlen, algunos todavía viven con su mamá). El balón es mi amigo. Lo malo es que yo no soy amigo de él. 


No sé si hubiera preferido ser futbolista que músico, escritor o cineasta. Sé que tengo la actitud, la estatura, la salud, un IQ arriba de 65, lo cual automáticamente me convertiría en uno de los jugadores más inteligentes del mundo, por lo que mis declaraciones al final de los juegos serían hasta interesantes... Vamos, tengo hasta el uniforme con calcetas, las espinilleras, los zapatitos... uno me ve en la calle vestido de futbolista y dice: mira ahí va un futbolista. Lo único que no tengo es magia en los pies. Nada de joga bonito para mi.


Lo más que me queda es armar un equipo con los compas, de fútbol rápido porque no somos suficientes para armar un equipo de 11, ellos, igual que yo, alguna vez quisieron ser futbolistas y ahora son químicos, bateristas, administradores, estudiantes de algo, ingenieros que hacen como que juegan mientras lidian con la escaza condición, la cruda, la desorganización del equipo y la falta de técnica.  Debutamos la semana pasada en una liga de fútbol rápido. 


Perdimos 17-0.


Somos felices. 


Ved.

lunes, 15 de junio de 2009

Tirititito!

He de aceptarlo: no me gusta el futbol. Quizás debido a que siempre fui una atleta basura que corría de las pelotas y cerraba los ojos esperando el trancazo que llegaría para romperme los lentes.O tal vez es que nunca he entendido ni jota de deportes y concentro mis esfuerzos en intentar salvar al mundo en lugar de averiguar la diferencia entre "un contención y un lateral" (Cervantes, 2009).

Sin embargo reconozco que generar un sentimiento de unidad y solidaridad no es tan sencillo como lo pinta Fundación Azteca, mucho menos en una época donde ya nadie se ayuda y el individualismo está de moda si es que quieres destacar. Es por esto que me atrevería a afirmar que no existe ningún otro evento con la fuerza de congregar varios hombres comunes que se transforman paulatinamente en bestias que gritan cada vez más fuerte conforme avanza el partido, incapaces de levantar la mirada, absortos en cada movimiento. Comienzo a pensar que Marx se equivocaba y la religión no era el opio del pueblo...

Frecuentemente me encuentro envuelta en este fenómeno de testosterona, botanas, cerveza y palabrotas, sin entender claramente qué hago yo ahí. Ah, esperen, debe ser mi carencia de amigas lo que me mantiene enmedio de esta euforia deportiva a pesar de que todos saben que no me gusta el futbol.

-Disfrutalo, ermitaña-dice Mario masticando doritos nachos, como si adivinara mis pensamientos.

De ahí para adelante todo se resumirá a las expresiones que definen el tipo de sentimiento experimentado por el macho espectador y mis intentos por clasificarlas: están las expresiones de orgasmo futbolero o triunfal (Ay va, ay vaa!!!), de fracaso enchilado (SSSLLLTT!!!), de gol perdido (UUUUHHHHH!!!!), de ira temible (&/%$%$!!!) y finalmente la de éxito, seguida de abrazos y alegría incontenible (GOOOOOOOLLL!!!). Todo un circo que vale la pena analizar...

El futbol es una especie de dinamita de todas las emociones en tan sólo unos minutos de la semana y a pesar de que no entiendo casi nada, me queda claro que es muy buena ocasión para reír con los amigos (aunque algunas veces asusten con su reacción) y que siempre que un evento sirva de pretexto para pasar tan buenos momentos, supongo que puedo aguantarlo.

Nunca seré atleta, pero quizás algún día me vuelva literata. No se pierda la próxima emisión de su telenovela "Las mechudas también lloran".

Anabel...

jueves, 11 de junio de 2009

Revolucionando GDL!

Hola a todos, sé perfectamente que cuando abrimos este blog Adrián dijo: Nada de política, Anabel. Pero me parece que al ser este un proyecto muy importante tanto de Adrián como mío debemos compartirlo con ustedes, que se toman la molestia de leernos. Gracias.

jueves, 4 de junio de 2009

La sorpresa

Hoy abrí la ventana y encontré un desierto. Tengo cáctus y serpientes, y todas esas cosas que dicen los libros que exige el ecosistema en cuestión. Aunque también tengo leones y alebrijes, gnomos, estrellas, una lluvia intermitente de arena color azul, finísima, y todas esas tonterías que exige mi imaginación. Sin embargo he de decir que no sé de dónde apareció tanta sequía y por eso voy a echarte toda la culpa, enterita, de esta desolación instantánea que conoce sólo quien ama con furia de poeta romántico. Vas a negarlo, yo sé. Pero qué ganamos con pretender un tiempo que no tienes cartas en el asunto cuando ambos sabemos que este desierto es tan tuyo como mías son tus manos.

Está bien, admito que no puedo evitar la curiosidad que me provoca no saber cómo le hiciste, como muchas otras veces, para dejarme con la boca abierta pero te conozco y seguro me lo diste para que le sacara algún provecho. Por ejemplo, ahora puedo imaginarme lo ricos que nos haríamos vendiendo esto por televisión: desiertos en ventanas ajenas, sorprenda a sus seres queridos con un detalle que nunca olvidarán. Incluso, si tú quieres, podríamos comenzar con una promoción “Llévese un flamante desierto con la colección de escorpiones más grande del país” o “Llame ahora y obtenga un desierto reversible listo para transformarse en tundra el día que usted lo decida.” Sólo piensa en todos los lugares que podremos recorrer con el dinero que ganemos: Chile, París, Bahamas, las llamas de Perú…

Algunas tardes, cuando no pienso en eso, me canso y me da por deprimirme mientras corto los nuevos baobabs; otras veces me repito que las cosas no están tan mal: no todo mundo puede vivir la sorpresa de amanecer con una vista diferente en la ventana de su cuarto. Quizás pudiera acostumbrarme a mi nuevo paisaje o escribir versos a la arena entre los pies y puños; puede que después de todo no sea una gran tragedia el calor y me ayude a bajar de peso. Y a final de cuentas, no creo hartarme de estas puestas de sol que te esmeraste en dejarme antes de huir de estos brazos como un descarado.

Lo que sí me extraña un poco es que a pesar de todo se te olvidó un detalle: hace frío en los desiertos y no me veo bonita usando suéter, ¿es esto parte de tu plan malévolo? No te basta con la soledad acumulada, ahora tendré que abrigarme. Olvidaste también, por un momento, que me gusta mirarte la nariz desde muy cerca y que corro de ti porque quiero que me atrapes, invariablemente, que me sigas a través de mis escapes ficticios para jugar a que no te quiero y entonces, en el momento menos pensado nos fundimos con la eternidad: caricias, susurros, risas que hoy no están.

Tú sabes que no puedo contarte los rizos si no estás cerca de mí. Un día recitabas poesía y al siguiente encontré tu firma abandonada en las dunas de esta inmensidad que huele a tu ausencia.

-¿Cómo es eso?-preguntarías tú
-Es un persistente olor a almendras que tienes pegado en el cuello-diría yo- y que por más que quiero, no logro quitar de mis cabellos.

Tú, seguramente, sonreirías pensando que cómo le hago para decir cosas tan cursis y yo alejaría la mirada pensando que no lo sé, que así lo siento y nada más. Como ves, dedico mis días a dibujarme situaciones predecibles a falta de hechos fehacientes, esperando que si cierro la ventana quieras regresarme mi parque, mi fuente, mi cielo azul para escribir…

Me despido porque no puedo hacer más, si así lo quieres que así sea: contigo nuevos horizontes, conmigo recuerdos y arena. La ventana cerrada y yo te tengo otra sorpresa: de un tiempo para acá los poetas han dejado de alabarte…

Anabel.

sábado, 23 de mayo de 2009

Aprender a volar.

Odio, odio los aviones. Bueno no tanto, en realidad los aviones me caen bien, hasta la industria le ha dado de comer a mi familia por algunos años. Más bien lo que odio es subirme a un avión, y sólo si está volando. Me he subido algunas veces a algunos en el piso para tomarles fotos o nomás por ocioso y la verdad no me pareció que tuvieran nada de malo.


La bronca empieza cuando se escucha la turbina puiiiiiiiishhhhhhhhhh (ese es mi sonido de turbina). Ahí ya, me pongo nerviosón, hago como que estoy leyendo un libro o viendo a la güera de al lado, o leyendo la revistita del avión que nunca dice nada (los editores de las revistas de aviones tienen una política muy clara para elegir los artículos: si después de dos párrafos sigue estando interesante lo que leen, no se publica). Hago como que leo digo, pero la verdad es que ya me empiezan a sudar las manos desde ese momento.


Después, les digo el puiiiiiiishhhhhshhhhshhh que suena como la muerte, y luego el avioncito avanza buuuuuuuuurrmmmmm.... se enfila a la pista y yo pienso en si la rubia será natural o no, pero nada, la pista se atravieza, y empiezan a pasar arbolitos (por qué habrá arbolitos al lado de las pistas de despegue? saabe) y mi estómago se hace un nudo y volteo a ver si en mi asiento hay bolsa de vomitar.


La verdad a mi no me dan miedo las alturas, ni creo que se va a caer el avión de repente, ni temo un ataque terrorista, ni creo que hay serpientes abordo (sólo que viera a Samuel L. Jackson viajando, ahí sí me asustaría), lo único que me pasa es que parece que mi cuerpo está diseñado para tener una variación de altura de más menos 10 metros cada 2 horas, a lo mucho.


Mientras el avioncito empieza a subir, mi presión empieza a bajar. Me mareo, se me revuelve el estómago y la verdad más de una vez la rubia se ha escapado de tener que retirar pedazos de cacahuate (o cosas peores) de su amarilla, amarilla cabellera.


El efecto me dura más o menos una hora, justo lo que duran la mayoría de los vuelos. Entonces es muy bonito ver que mientras se me va bajando llega la hora del descenso, donde se produce exactamente el mismo efecto que cuando subimos, ahora con el aliciente extra de saber que en vez de en la güera, puedo hacer mi gracia encima del equipaje de todo mundo que lo viene esperando en la maquinita esa que da vueltas pasando las maletas (que yo no sé cómo hace la gente para saber cuál es la suya si son todas, todas TODAS negras).


En fin que por favor si alguien de aeroméxico o aunque sea de interjet está leyendo, a ver si van repartiendo dramamines o algo por el estilo junto con los pases de abordar, que con lo que cobran sería lo menos que podrían hacer para tranquilizar sus conciencias.


Oh y que sepan que hoy la rubia fue un negro rastudo.


Ved.

jueves, 21 de mayo de 2009

Yo no sería tu ladrón...

Ha sido muy complicado sentarme a escribir estos días, de hecho me sorprende que Adrián no me la haya aplicado igual y no haya puesto mi foto en el blog para denunciar que no he escrito ajajaja.

Todos hacemos cosas que nos gustan pero que no queremos admitir frente a los demás porque nos parecen demasiado vergonzosas para revelar, como ver "La academia" de vez en cuando o disfrutar de una película basura un domingo en la mañana. No lo sé, existen tantos guilty pleasures como personas en el mundo y por eso justamente vale la pena averiguar los de nuestros amigos ( o enemigos en dado caso de que se tengan negras intenciones al respecto).

Yo creo, sin embargo, que existe un guilty pleasure universal: saber más de alguna canción naquísima, fea, chafa, mal cantada, pero endiabladamente pegajosa, ¿quién inventa eso de "Vamos a bailar, vamos a bailar, el mono de alambre..."? o qué tal esa tonadita aberrante que dice "'Si en una rosa estás tú, si en cada respirar estás tú, ¿Cómo te voy a olvidar? ". Por favor eviten preguntar cómo me las sé.

El chiste es que por más que las odiamos, más de alguna vez hemos fiesteado con ellas y mientras bailamos le gritamos al de al lado entre golpes de cadera: "en realidad esta es una canción muy fea y no me gusta". No lo entiendo, pero lo hacemos y cuando nos sale en el Ipod no nos queda más que pretender que no sabemos por qué tenemos soberana porquería entre nuestras canciones de Metallica, Pantera y Radiohead.

En estos tiempos la nacada musical por excelencia es, sin duda alguna, la canción del mechón que no tiene ningún sentido pero emociona a la banda más que cualquier otra cosa que yo haya visto en este país. Solicito de la manera más atenta a algún amable lector que me explique por favor qué es eso de "Ay mamá préndeme el mechón, me-me-me-mechón que me voy pa Nueva York", pues me cuestiono si es un extraño rito para invocar a un dios de bigote mal rasurado con dientes entre dorados y sucios, o si en realidad hay una cuestión cultural de fondo en la letra. Quizás nunca llegaré a saberlo...

En fin, otra de las canciones que provoca en mí instintos violentos y de neurosis es una que mucha gente piensa que es muy romántica y que yo sólo sé que empieza "Si yo fuera ladrón, me robaría tus besos..." (trompeta de banda) Tumpa-tumpa-tumpa-tumpa...AAAARRRGGGG!!!!, de sólo acordarme me siento enojada y frustrada y molesta...y todo... pero varios de mis compañeros de la prepa llegaron a enamorar muchachas y a cantarla con el mismo sentimiento a flor de piel que tiene el vocalista(que la verdad , si tuviera sentimientos no cantaba).

Si usted está pensando que me estoy mostrando tendenciosa lo siento. No me gusta nada pero nada la banda y sin embargo me sé una que otra canción de las cuales no me siento orgullosa.

Está bien , lo admito, yo también soy pecadora en otro género pues me gusta bailar "la gasolina" en las fiestas. Puede que no me salga bien pero aaahhh...como es divertido...

Lamento haber perdido mi toque de intelectualidad ajajaja.
Anabel.

lunes, 11 de mayo de 2009

Alguien que me salve!

A los mexicanos nos gusta ganar, pero nos gusta mucho más perder. Nada como ver el mundial, llegar a los penales y volarla. Nada como "caer con la cara al sol", nada como jugar como nunca pero perder como siempre. Nada como poner la confianza de todo un país en el pie derecho de Luis García y ver cómo nos traiciona volando el balón a las gradas.
¿Se acuerdan de aquella guerra en la que el maldito, bastardo, poco hombre, cara dura, huevotibiolamebotasjotazo de Santa Ana nos vendió a los gringos por migajas, después de que nuestros compatriotas, unos chavales bondadosos todos ellos, le otorgaron el poder de una manera totalmente generosa y desprendida?. Claro que se acuerdan, el cuento está en todos sus libros de la SEP.
La realidad de la historia, como lo prueban las memorias personales de U.S. Grant(Él no trabajaba para la SEP) , es que el territorio nacional estaba segmentado y muy centralizado, o sea, para que me entiendan, que afuera del DF no existían más que Cactus, por lo que la invasión gringa fue cosa de risa y el tratado de “venta” de territorio se firmó en condiciones en la que Santa Anna no podía más que firmar o mantener un sitio en pleno chilangolandia peor que los que organizaba el Peje en sus buenos tiempos, de manera indefinida.
O sea que el Sana Ana o coopelaba o cuello. Pero claro que esa historia está bien chafa. Ya no hay conspiraciones, así ya no somos víctimas de la injusticia de aquellos en los que confiamos, así ya nomás nos fregó uno más grandote por idiotas y listo. Pero claro que así es muy aburrido, eso no vende libros y la SEP necesita vender montones.
Claro que los mexicanos también somos gandallas. La frontera norte del país es mucho más ruda que la frontera sur, y es mucho más complicado ser un guatemalteco en México que un mexicano en EU. Los mexicanos también fregamos gente, pero es mucho más difícil identificarse con esta parte de nosotros, porque es mucho menos trágica y nos otorga una responsabilidad que no queremos asumir.
El asunto se repite en todo: Es bien sabido que los méndigos españoles vinieron a darles en la madre a los pobrecitos indios. “Llegaron y nos chingaron” le encanta decir a la gente. Cortez es el malo y Cuauhtemoc el bueno. Los mexicanos nos sentimos indios, ah pero que nadie se atreva a decirnos indios porque nos ardemos… somos como una quinceañera que no sabe lo que quiere, pero cree que se ve bien llorando.
En fin que había que hablar de “guilty pleasures” el día de hoy y yo creo que este califica casi como deporte nacional, nada más bonito que hacerse la víctima para un mexicano. Nada más sensual que el orgullo de saber que lo tuvieron a uno tres horas esperando en la fila de gobierno y decir “pues no hay de otra, así nos tocó vivir”.
Pero ah… no se engañen, así no nos tocó vivir, así nos gusta vivir. La próxima vez que les falten pantaloncitos (o faldas) para decir “NO” o “Así no se hacen las cosas” y se vayan con la cola entre las patas, no digan “pobrecito de mi”, digan “soy un mariquita”, se sentirán menos bien consigo mismos, pero serán más fieles a la verdad.

miércoles, 29 de abril de 2009

Le feu de l`amour!

Creo que no es fácil definir el amor. Víctor dice que es una respuesta momentánea del cerebro a una serie de factores químicos que recrean una atmósfera de falsedad que se debe entender como tal. El amor ni existe ni dura, por lo que atarse a una sola persona por la idea romántica de que te persigan bajo la lluvia es una manera de autoproclamarse masoquista pues, según él, es imposible de encontrar.

Cuando tenía 16 años le escribí a un hombre que amé muchísimo. Le hice un cuento muy a mi estilo y el personaje principal decía que "El amor es una daga envenenada que se entierra en lo profundo del espíritu". Nunca he dejado de creerlo del todo. Yo he formado parte del club de corazones rotos de todo tipo y por eso creo que me sale tan bien eso de dar terapia al respecto. Pero, a ver, ¿será que Víctor tiene razón?, ¿se puede encasillar al amor de una manera tan científica y fría?

Yo opino que tiene que haber un trasfondo mucho más complejo que reacciones químicas que inciten a la reproducción humana. Amar es saber que a pesar de las diez cosas que odias de tu pareja, siempre quieres verla el siguiente día. Que puedes perdonarle que deje la tapa del baño arriba, que pierda tus cosas, que deje sus calcetines hasta encima de la lámpara y hasta te atreves a besarla sin temor a la influenza. Cuando amas de verdad puedes aguantarle a tu pareja incluso los hongos de los pies que comienzan a enverdecerle la piel (ajajaja , está bien, exageré).

El caso es que sprite tiene mucha razón y el amor nos vuelve idiotas, pero lo mejor o lo peor del caso es que eso es precisamente lo que lo hace tan divertido. ¿ Vale la pena sufrir por haber amado mucho? definitivamente sí, es un riesgo que si no corres, te pierdes infinidad de cosas buenas que te llenan de color la vida. Al demonio con la ciencia, yo sí sigo esperando que alguien me persiga bajo la lluvia, que me detenga, me dé un beso al estilo casablanca y entonces vivamos felices para siempre. Quiero el delirio, las rosas, la poesía y los besos....

Qué más da si Juan Pedro opina que vivo en el arquetipo del amor ajajajaja, esta soy yo.

Bel.

domingo, 26 de abril de 2009

Somos tú y yo y todas las demás personas...

El amor es difícil y extraño en estos tiempos. El amor es, también, improbable. Que dos personas se encuentren, se miren a los ojos, se digan "te quiero" y decidan que se derrumbe la ciudad, o se mueran todos de influenza, mientras ellas se puedan seguir contemplando, es un evento extrañísimo y que además ocurre en las situaciones más bizarras.

Uno no puede decidir de quién se enamora. Cuando te pega te pega, y te puedes enamorar de alguien que conociste en internet y nunca has visto en tu vida y te puedes enamorar de tu vecina la que te lleva 20 años.

Yo sospecho que los métodos de enamoramiento son totalmente al azar. Qué hace que una mujer te tenga estúpido y otra te valga? nunca es algo cuantificable ni calificable, puede no ser la más bonita o la más buena onda. Aún más, puede ser ofensiva a la vista o un higadito para todos los demás, pero cuando te enamoras... pues eso, que se derrumbe la ciudad pero que te dejen seguirla viendo.

Tantas, tantas cosas sin hilación tienen que pasar para que pase y sin embargo pasa. Conozco a alguien que supo que se iba a casar con alguien más desde el momento en que la vio, y todos conocemos a alguien que se enamoró por internet. Qué cosa más rara que te guste alguien que conociste en "la súper carretera de la información" (A quién se le ocurrirán esos nombres mamilas?), y hay sitios completos dedicados a eso.

El amor puede llegar, volverte loco, decirte: mira cómo el mundo se detiene cuando la tienes en tus brazos y después, sin previo aviso, cantarte las golondrinas y largarse sin decir adiós. Y saben qué es lo malo del amor cuando se acaba? que se acaba.

Y después uno no sabe qué hacer con los pedazos rotos: perdóname pero no te quiero hacer sufrir, pero me tienes uptodimoder y ya no me estés dando lata y te borraré de mi facebook y el msn y myspace, pero te quiero, pero... fregado puedes dejar de darme la lata todos los días por favor?

Quemar las cartas, los recuerditos, borrar el número de celular (lo cual en realidad es muy estúpido porque después si el otro te marca no va a decir su nombre, va a decir un número al azar y te preguntarás: quién es? y tómala quién es!), decirle "ya nunca más" y después un día, cuando menos te lo esperes, terminar besuqueándote con el bloqueado en tu facebook sin saber muy bien cómo ni por qué.

El amor es un acto terriblemente peligroso que debería manejarse como el asunto más delicado, como si fuera material radiactivo. En cambio televisa nos propone un amor facilote y en convenientes espacios de cuarenta minutos diarios (con 20 de comerciales) y nosotros, bueno yo no, las doñas y los telenoveleros de clóset (que se cuentan por millones), se la creen completita.

Qué tranquilo sería el mundo sin amor.

Ved.

viernes, 24 de abril de 2009

It´s the great pumpkin, Anabelle!



Yo sería un excelente personaje de caricatura. Me imagino chaparrita, con una cabezota llena de chinos, vistiendo overol con una resortera en la bolsa trasera y mis inseparables converse negros. Sería un personaje todo dramático, enamoradizo y coqueto , ahí justamente es donde residiría todo mi encanto animado. Es más, casi podría afirmar que de no haber nacido alguien me hubiera dibujado y todos ustedes adorarían ver en la tele mis cotidianas tragedias shakespirianas.

Un dato curioso sobre mí que quizás no saben es que soy muy buena comparando a las personas con situaciones de caricatura, cosa que a todos les provoca unas buenas carcajadas: he afirmado que Charles se parece al muppet enorme de los colmillos que llevaba cabello largo y nunca pasaba por las puertas, que cierta compañera se parece a los monillos de goofy y que Mario podría ser Fido Dido con cabello largo. Incluso creo que Liza podría ser muy caricaturesco pero todavía no encuentro el personaje perfecto para compararlo.

Mi tío Fili es especial fanático de esta habilidad mía y dice que le encanta imaginarse como sería ver la vida a través de mis ojos , en la que todos se parecen a personajes de Mafalda o de Charlie Brown. Pues bien, es cierto. Si mi vida fuera caricatura se parecería a la estética de Peanuts, sólo que en vez de perro tengo un gato que tampoco habla pero igual se siente rey de la casa. ¿Se acuerdan del niño rubio que se apasionaba tocando el piano? Ese podría ser Adrián con su famoso "chininini" que utiliza para tararear cualquier canción durante todo el día. Marco, mi hermano, baila igualito que el niño cochino que siempre tenía polvo a su alrededor: con los hombros alzados, las manos junto a la cadera y moviendo los pies velozmente. Julio, sería como Paty por mandón y por "jefe". Rosa sería Sally por dulce y por sus afanes de cambiar el mundo. Y yo, contrario a lo que pudieran pensar no sería Lucy, más bien sería como Linus por la cobijita y por que siempre está metido en sus cuentos y fantasías que nadie le cree.
Yo siempre me siento como si la vida me pusiera un balón de futbol frente a mí, listo para que lo patee y entonces un gran ser superior se burla de mí haciéndome que me caiga, así que supongo que entiendo la frustración de Charlie Brown cada que lo intenta: así soy yo que lo intento una y otra vez, una y otra vez..los personajes de Snoopy son parte de mi vida y de mi realidad.

¿Ya ven? tengo el don para transformarlo todo en una caricatura, así que hoy me voy a sentar en el huerto, esperando que venga la gran calabaza a traerme regalos por haberme portado bien y ustedes pueden venir conmigo a esperarla, si es que tienen fe en ella y traen un buen cuento que contarme mientras aguardamos ¿quién se apunta?

Anabel.

martes, 21 de abril de 2009

Ojalá yo fuera a prueba de balas

Nuestro tema de la semana (es un decir, ya sé que escribimos cuando nos pega la gana) fue elegido por Anabel y la verdad es que está muy bueno: Si yo fuera súper héroe, ¿quién sería?... Creo que más bien era si yo fuera caricatura, pero qué méndiga pérdida de tiempo ser un personaje inventado y no tener súper poderes. Como que no me late tanto decir "wuuu yeah yo seré Bob Esponja! cuídense de mí malditos, tengo mucha agua y sé cómo usarla!". A parte las cangreburgers, no me importa lo que digan los peces, han de saber a popo.

Ya descartada toda la bola de mentecatos que no valen la pena, hay que saber distinguir a los verdaderos patea-traseros de este mundo de los segundones vestidos con trajes de halloween que en realidad no intimidan a nadie y tendrían tanto o menos utilidad que nuestro porífero Bob.

En esta categoría entran patanes del estilo Capitán Planeta, los 4 Fantásticos, el Capitán América, el Capitán Marvel (en general si el nombre es "capitán algo", el enmascarado es un idiota), todos los de Watchmen, Linterna Verde, Aquaman (quién fregados se sentiría orgulloso de tener como súper poder hablar con delfines????), Átomo... y tantos, tantos otros soquetes por ahí...

Después están los que no son unos idiotas, pero por motivos de logística simplemente no convienen. Flecha verde, aunque es jefe de jefes y tiene toda la actitud del mundo, termina manco eventualmente. Yo no puedo ser manco porque luego cómo toco la guitarra? ya no digamos cómo me abrocho los tenis.

En esta misma categoría entra el buen Peter Parker, alias espiderman, que la verdad es un tipazo, pero no tiene en qué caerse muerto, la Mary Jane se la hace de tos todo el día y de hecho hasta lo maltratan en la escuela... ah y encima eso, es un nerd de los meros malignos. La escuela es suficiente lata como para encima andar ahí haciéndole al héroe combatiendo el crimen.

Spawn es don macho man, pero está muerto, le vendió su alma al diablo y lo mató... su mejor amigo para quedarse con la esposa (ESO está gacho, méndigo Batman jotito), algo similiar le pasa a Ghost Rider, que sí, tiene una Harley, pero eso de que te conviertas en una calaca con fuego por las noches debe meterte en muchos problemas con el departamento de bomberos, y sin contar lo difícil que debe ser tener tu cuarto entero a prueba de incendios...

Así la cosa, en realidá en realidá, el asunto se reduce a nada más tres súper héroes que valgan la pena. Así es, tooooooodo el universo fantasioso e inventado por el hombre a través de los tiempos, por los siglos de los siglos amén se reduce a tres... TRES mijos que valen la pena en verdad. Y yo... los diré en este momento traaaaarrraaaaaarrrraaaaaaa (sonido de tarola)....

Bajen bajen bajen














bajen más venga
















ustedes pueden, un poco más, denle, denle


















ok ya pues, que parece mail de esos de "pide un deseo mientras bajas la barrita y se te cumplirá, o explotarás, depende de si haces caso o no".


Total, que la cosa es: o Iron Man, alias Tony Stark, alias tengo tanto dinero que no sé qué hacer con él y soy tan inteligente que ni yo me la creo, o Bruce Wayne alias el Caballero de la Noche, alias creo que tengo más dinero que Iron Man y soy más listo que él, o por último, Clark Kent, alias soy un mediocre clasemediero y la Lois no me pela, alias puedo matar a los otros dos si me hacen enojar y en realidad soy indestructible.

Teóricamente conviene más ser superman, porque uno puede hacer básicamente lo que quiera, incluido robar un banco y gastarse el dinero en, como decía mi tío beto, viajes, viejas y vinos, pero en realidad Clark Kent no necesita aerolíneas, nomás quiere con la Lois y es abstemio. A parte cree que usar sus poderes en cualquier cosa que no sea darle la lata a Lex Luthor es pecado o algo, y total que se tiene que ganar la vida de reportero de segunda (porque a parte es bastante mediocre para eso) y vive en un depa que ni mis compas del tec ahora de estudihambres.

Eso nos deja con Tony vs Batman. El borracho contra el amargao, El del traje raro contra el del traje más raro, el de los problemas emocionales contra el totalmente loquito... la multinacional de armas contra la multinacional de... mmm... alguien sabe qué hace Wayne Industries?? pues sabe, la multinacional de algo. El hombre contra el murciélago, bueno, ya entienden la idea.

Y la verdad es que no, tampoco quisiera ser Iron Man ni Batman. Sí mucho dinero y muy listos y todas quieren con ellos, pero esas tres cosas están totalmente sobrevaluadas. Nada vale una buena noche de sueño y saber que el destino del mundo no depende de uno.

Yo no quiero ser superhéroe. Si acaso quiero ser una versión mejorada de mi, es decir: menos wey y más acaudalado, menos hablador y más bueno para cocinar, menos desorganizado y más puntual, menos egoista y más bueno para el fútbol...

Quién sabe, tal vez un día.

Ved.

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Y entonces Anabel miró su blog, vacío desde hacía mucho tiempo, y preguntó en voz alta:
- ¿Por qué será que Adrián no escribe cuando le toca?

miércoles, 15 de abril de 2009

Atrapados en el cliché

Nadie puede negar que mi país figura en el mapa ya sea por razones hilarantes, serias o azarosas que lo hacen dueño de una posición única a nivel internacional que obliga al resto del mundo a fijar su mirada en lo que aquí sucede. Tenemos al narcotráfico, a los monopolios, a la crisis económica, a doña Elba Esther robando sin descanso y primeras planas que muestran un grupo de políticos idiotizados ante la visión de las piernas de Carla Bruni. Pero para qué pensar en todo esto si podemos dedicar esfuerzos a reflexionar otros asuntos que implican la misma cantidad de sexo, drogas y violencia: las telenovelas que han hecho a México tan famoso a nivel mundial.

Las telenovelas son simplemente grandes industrias capaces de generar una aceptación bárbara e inexplicable hacia las mismas historias disfrazadas de novedad y, aparentemente, las personas no se cansan de dedicar horas de su vida a los guiones en los que desde el principio se sabe el rumbo entero de la situación presentada. La receta para preparar una telenovela es bastante sencilla, basta con reunir los siguientes ingredientes y realizar el proceso aquí marcado:

-Se bate la situación amorosa conflictiva (base de la receta debido a su alto contenido de morbo) hasta que queda a punto de turrón. Se le agrega un poco de sexo pasional ridículamente musicalizado, la envidia del villano y la aparición de un tercero que imposibilita la estabilidad de la relación. A continuación se incorporarán cernidos los momentos de suspenso que se determinarán por algún sonido similar al de “psicosis”, provocando un secuestro, un accidente de coche sumamente sobreactuado, la realización de un delito o la revelación del secreto celosamente guardado.

Se engrasa el molde con una edulcolorada barra de mantequilla de diálogos innecesarios y cursis así como lágrimas falsas. Se vacía la mezcla en televisa y se deja hornear durante una hora diaria durante cuatro meses aproximadamente. Al sacarlo del horno, se pica con un tenedor de rating y se agregan distintos escenarios, más actores guapos y un tema pop número uno en la radio a manera de betún. Se refrigera y se sirve.

La pregunta obligada es: en caso de que las telenovelas siempre sean lo mismo, ¿por qué la gente las ve todo el tiempo? Mi hipótesis es que le proporciona a la población una sensación de estabilidad a un bajo costo. Si tomamos en cuenta el nivel de educación así como el socioeconómico de la mayoría de los mexicanos, llegaremos a la conclusión de que es muy bajo y es por esto que las grandes industrias mediáticas se ven obligadas a generar telenovelas pensadas para que las comprenda una niña adolescente de 13 años, evitando así las complicaciones intelectuales y asegurando las ventas.

La gente está tan ocupada viviendo una realidad complicada que necesita ampararse en los cuentos de hadas donde todo sale bien al final, proporcionando así un estado de confort al tener la sensación de que conoce a los personajes ahí planteados y, por lo tanto, le es posible saborear los triunfos ajenos. Es una situación de esperanza programada basada en la historia de la cenicienta que dotó de éxito a todas las novelas baratas en las que apareció Talía en sus buenos años.

La realidad es que los seres humanos no somos felices siempre y que hace falta en pantalla un personaje que asuma las consecuencias de sus actos y razone en base a estructuras más complejas. Se necesitan actores que rindan honor a su oficio- no cualquier persona bien parecida que venda portadas de revistas- para demostrar situaciones más introspectivas como lo son el miedo, las disyuntivas y sobretodo, que la gente no vive polarizada entre el bien y el mal sino que es más complicado.

Todos tenemos una parte buena y una parte malvada que no se ve reflejada en el tipo de guiones que ahora existen en horarios estelares.

Hace falta demostrar la evolución de una sociedad con nuevas problemáticas como podría ser un personaje homosexual que no se ridiculice, más bien que se comprenda y por lo tanto propicie un clima de respeto y tolerancia, una madre soltera que no se la pasa sufriendo por un hombre sino que además es exitosa, un villano más reflexionado en lugar de uno con un tono de voz absurdo, puro en la boca y lentes oscuros. Si las novelas sirven para transmitir mensajes en la población, deberían ser usadas para entretener sin dejar de lado una obligación por educar a estas personas que carecen de estudios y que interpretarán las novelas como parte de su vida diaria. No está mal tener productos que generen ilusiones, lo que está mal es que se presenten de la misma manera rutinaria sin obligar a la población a reflexionar que la felicidad es más que la boda con el “hombre de sus sueños”.

Sin embargo, todo parece indicar que pasará un buen tiempo antes de que se puedan exportar sueños distintos, mientras tanto a chutarse el “gran amor que vale más que mil costales de oro” y a fingir que así es la realidad: situaciones color de rosa, un accidente automovilístico sobreactuado y nada más. A predecir el gran final.


Anabel.

martes, 7 de abril de 2009

Mujeres, lo que nos pidan podemos, si no podemos no existe

Y si no existe lo inventamos por ustedes... Y eso es una paradoja, usar una canción de Arjona de título justo después de un post dedicado a tirarle popo. En realidad es una ironía (no quiero que el mats me regañe), pero es que tengo que hablar de paradojas.

Las mujeres. Las mujeres son una paradoja completitas. Son LA paradoja. Cuando Dios hizo a Eva no la hizo para que fuera compañera de Adán, eso dice la Biblia por puro branding. Dios la hizo para entretenerse ÉL viéndonos hacer pedazos por como 10 mil años y contando tratando de averigüar qué fregados tienen en la cabeza las descendientas de Eva.

Las incluyo a todas. A t o d a s. Desde mi madrecita querida que cuando está enojada hace como que está contenta y cuando está contenta hace como que está enojada, hasta la fulanita más random que se encuentren en la vida, bueno ni la coproductora de este blog se salva.

La primera vez que sospeché esto fue a muy tierna edad. Una vez me dejaron en el club para niños de las Hadas o del Maeva o sabe qué pero era un hotel fresón en Manzanillo. El club para niños era una tontería donde te daban plastilina y... la verdad no me acuerdo qué más. De lo que me acuerdo es de la maestra o bueno, de la mija que nos tenía que entretener.

Era una gringa hermosa rubia de ojos azules de esas que quitan el hipo. Con decir que fueron las únicas veces que mi papá fue por mí a la escuela (bueno era algo parecido a una escuela). Era... no sé, era una maravilla de mujer, por lo menos según padre e hijo, y también seguro según los administradores que la contrataron para cuidar niños mexicanos sin saber una gota de español.

Pues un día nuestra Scarlett Johanson importada estaba bien agüitada, adivinen por qué? obvio por broncas por el novio. Resulta de hecho que estaba en Manzanillo por el novio, lo cual pues está bien pues, muy romántico y todo, nada más que el ingrato era un lanchero que hacía que Erick Estrada pareciera galán de telenovela (de hecho sí era galán de telenovela verdad??... que triste... bueno no nos desviemos), el chiste es que era feísimo y traía a la mujer ésta arrastrando la cobija.

Y ella traía arrastrando la cobija a todos los demás hombres del hotel. Yo incluído, y o sea, hasta yo me daba cuenta que, a mis 5 ó 6 ó 7 años era mejor partido para Scarlett que don Estrada. Yo la hubiera hecho más feliz. Bueno igual hubiera terminado en la cárcel la mujer por aquello del abuso a menores y tal, pero la hubiera ido a visitar todos los fines de semana.

Juro que hubiera ido.

Bueno y así como la gringuita, que sufría porque quería, así todas las mujeres hacen cosas sin sentido. Conozco una chava que le dió por viajar a la ciudad donde vive su ex, que le hizo una jalada, y lo único que quiere hacer es decirle que ya no quiere nada con él. Por supuesto que lo hace porque todavía quiere con él, pero ella ha decidido que lo mejor es "que sufra".

De todas maneras no me quejo ¿verdad?. Prefiero seguir aguantando mujeres que ponerme a jugar a Brokeback Mountain.

Ved.

domingo, 29 de marzo de 2009

Paradoja de la paradoja en la paradoja

Aguinaga( nuestro profesor de literatura) ha hecho grandes esfuerzos por hacernos comprender la diferencia entre ironía, sarcasmo y paradoja. Y yo he hecho grandes esfuerzos por aprenderla pero la verdad es que no me queda muy claro hablando conceptualmente. Lo que sí me queda muy claro es que detesto cuando una paradoja me sucede en la vida diaria de una manera tan repetitiva que me da la impresión de que alguien, desde las alturas, se burla de mí jugando con mi suerte.

Puede ser que mis llaves se pierdan justo cuando más prisa tengo de irme o que aparezca una procesión que me impida avanzar por avenida Aviación cuando ya de por sí es tarde para clases. O puede ser que me siga una canción que me trae recuerdos que debería poder dejar ir. Me he sentido atrapada en las notas de una canciòn de rock que a veces quisiera no escuchar. Me hacen daño cada uno de sus acordes, de sus estrofas, de su tonada...

Paradoja es encontrarte a alguien que quieres ver, paseando con alguien a quien te gustarìa no ver jamàs por la razòn que sea para despuès palidecer, esquivar la mirada, hundirte en la poesìa que has llegado a sentir falsa y avisarle de la manera màs patètica que la has visto sin querer. Esto es una jugada sucia del destino que sòlo puede acrecentar la rabia o la làstima por uno mismo por enojarse sin fundamento, sin una razòn concreta cuando en realidad queda claro que todo ha quedado reducido a un puño de celos ficticios.

Paradòjico es escribir cuando en el fondo no hay ganas sino necesidad; comer en el momento en el que menos hambre tienes o no poder dormir cuando te caes de sueño. Mi sencilla conclusiòn es: Odio las paradojas!

Anabel.

domingo, 22 de marzo de 2009

Siento que esta vez mi suerte puede cambiar

Bueno, primero, decir que todos los chilangos, a menos de que yo los conozca personalmente o les diga lo contrario, son unos idiotas. Si usted está leyendo esto y pertenece a la grey que habita encima del ex lago de Texcoco y no tiene el placer de haberme dicho "hola" alguna vez en su vida, lo siento pero es un idiota.

A parte son un friego.

De todas maneras ese no era mi punto del blog. Nada más es algo que me lleva dando vueltas en la cabeza algunos días. En fin, vamos a lo que sigue.

Radiohead, RA DIO HEAD... radiohead..... radihed... Las mejores cosas de la vida no son gratis. Cuestan mil cien pesos (mil trescientos por aquello de que los de ticket master no se nos vayan a morir de malnutrición los pobres), más las casetas, la gasolina y las comidas a y en el DF.

Entonces, bueno, la verdad es que las mejores cosas en la vida sí terminan saliendo algo caras, pero pues qué querían ¿eh? nada más Lalo y Lagrimita cantan gratis y en esta ciudad (Descanse en paz el Lalo, que en la vida y en la muerte se lo cargó el payaso). Por lo demás hay que pagar.

Me acuerdo de la primera vez que escuché a Radiohead. Era yo un mozalbete de trece años a lo mucho, su Ok Computer estaba a punto de salir, pero todavía nada, así que los ahora dioses del rock moderno, seguían siendo catalogados apenas como una banda “dos tres”.

Eran aquellos tiempos difíciles. Debido a mi alarmante grado de ñoñez, mi vida se resumía en tratar de no ser muy maltratado en la escuela y ser rechazado una o dos veces por semana por mi interés amoroso en turno, que también cambiaba una o dos veces por semana (nunca he sido yo muy masoquista), hasta que le daba la vuelta a todas las escuinclas medianamente decentes de mi escuela (tampoco iba yo detrás de cualquier cosa), y ya me quedaba muy quietecito.

Fue entonces cuando escuché a Radiohead les digo. Apenas empezaba yo a salir de mi avergonzante afición a la Onda Vaselina (nadie es perfecto, ¿¡está bien!?), cuando escuché, obviamente, Creep. Ya sé. Qué asco. Soy un comercialote chafa, vendido a la mercadotecnia. Bueno, yo no tengo la culpa de que esa haya sido la famosa ¿no? Cómo son peleoneros.

Inmediatamente después, procedí a bajarle a mi amiga Iliana su disco de Pablo Honey (primer disco de Radiohead, donde viene Creep, para la raza iletrada). Y ahí es donde valió madre la cosa. Escuché el Pablo Honey como 400 veces seguidas. Primero, al más puro estilo puberto, escuchaba creep y le picaba rew, y escuchaba creep y le picaba rew, hasta que me cansé de picarle rew y salieron las demás rolas. Hasta la fecha me siguen traumando Thinking About you y Prove Yourself.

Después hice lo lógico: bajarle a Iliana otro disco de Radiohead: The Bends. Me gustó más que el primero y obviamente, como es correcto, no se lo devolví y creo que la maldición del The Bends me perseguirá toda mi vida. “¿Cuál es esa maldición?” se preguntarán. No se apuren, es exclusiva mía: Pierdo el disco, no importa cuántas veces lo compre. Van siete veces y ¿adivinen qué tengo? Siete cajitas de The Bends bieeeen bonitas, con absolutamente nada adentro. De hecho ya nada más me quedan como tres. En fin…

Pero bueno, el tiempo que me duró el The Bends, lo escuchaba y lo volvía a escuchar. Era época de lluvias y yo pasaba horas y horas haciendo como que era Thom Yorke, pero en desafinado y con mexican accent. Pero les digo que llovía, entonces se producía el conocido “efecto regadera”, y entre eso y el estéreo a todo volumen, no me escuchaba yo tan tan taan gacho.

La semana pasada ví a Radiohead. No lloré porque ps soy bien machito pues, pero fue un momento que esperé durante la mitad de mi vida. Dios bendiga a Thom Yorke y perdone a los chilangos.

Ved.

sábado, 7 de marzo de 2009

Simplemente no lo entiendo.

Siempre me gustó leer. Leer es como disfrazarse un rato para pasear en un instante de sueños y realidades alternas que proporcionan descanso, conocimiento o liberación. Desde muy niñita me gustaba acostarme de panza junto a la ventana de la sala para tener una vista privilegiada al extraño espacio del árbol de limas que quien haya estado en mi casa debe estar imaginando. Leer es un placer de los dioses muchas veces incomprendido que-si se sabe planear para el máximo disfrute- debe tener un tiempo especial y un ambiente propicio.

Después de este preámbulo, he de confesar que no entiendo porqué muchísima gente ve en el baño el espacio ideal para cultivarse ¿Quién habrá pasado la voz de que leer en el baño ayuda a sobrellevar la última fase del proceso de digestión? He conocido personas que mantienen todas sus revistas, cómics e incluso la Biblia, libro que representa la epítome de mi horror sobre este asunto, porque dicen no tener tiempo para dedicar en otro momento del día.

Esta discusión ha sucedido muchas veces ya y las razones que he obtenido a través de ardua investigación son algo así como: "es que me tardo mucho", "es que soy estreñida", "es que me aburro", "la costumbre", "no tengo tiempo" y finalmente (fanfarrias por favor) "sabe". Tengo crisis porque a mí me parece que uno va al baño a lo que va y no más, no se puede disfrutar la lectura en un espacio chiquito donde huele feo y eventualmente alguien tocará y te dirá que más vale que salgas. Qué afán de la gente por profanar a los libros.

Siempre que manifiesto esta opinión termino siendo contestada por muchas voces que me dicen que lo intente y que yo soy la que no sabe de la vida, pero no me van a convencer sencillamente porque la poesía no rima con los pedos.

Salgan con sus libros a la calle, al parque, a cenar, al estadio, a la escuela, a la casa de la tía Rebe, a la papelería, a la parada del camión, a misa, a patinar, a la cocina, a la cochera, a la biblioteca, al gimnasio, al pan, al antro, al viaje de graduación, a la playa, a la nieve, al trabajo, adónde quieran.

Yo personalmente, gusto de llevarlos a mi cama.....

Bel

Por cierto, comenten ya que no me están ayudando con la crisis...y a todos los lectores de baño k piensen refutar este post, sepan k por leer mucho en el baño salen hemorroides...considerenlo la próxima vez ajajajaja.

sábado, 28 de febrero de 2009

Es mejor ser mejor que nada

Hay cosas en la vida que yo no comprendo: El proceso para desarrollar nanotecnología inteligente, la explicación lógica de porqué, teóricamente, si uno viaja a la velocidad de la luz el tiempo se detiene (no entiendo cómo ir muy rápido detiene el proceso de degeneración celular), el misterio de la Santísima Trinidad, El Triángulo de las Bermudas y  Arjona. No entiendo cómo a la gente le gusta Arjona. 

A ver, vamos a ver, bueno, entiendo que a alguien le guste físicamente Arjona (no es mi tipo, pero ps cada quien), lo que no entiendo es que a alguien le guste la música de Arjona, las letras, las le traaaas... son así como las casas de Infonativ que se quedaron a medio construir: vacías y trístemente célebres. 

Y encima hay quien las defiende (igual que a las casas del Infonavit), es más, yo he visto, yo viiiiiiii a gente bailar "Quién Diría" como vals el día de su boda. Fue un momento triste en el que algo se apagó dentro de mí y no se ha vuelto a encender.

Ahora, ¿cómo me atrevo verdad?, ¿cómo tengo la caradura de decir eso? miren, es mejor que se desengañen de una vez. Esto me va a doler más a mí que a ustedes (no es cierto): 

Arjona hace sus letras así: Descubrió que existe una figura lingüística que se llama "paradoja", luego se compró un diccionario de sinónimos y antónimos de Larousse (recientemente usa el botón derecho del word, y le pica en sinónimos nada más) y lo demás fue todo coser y cantar. 

¿No me creen? Van ejemplos: 
"Acompáñame a estar solo" 
"Tú vas al banco yo prefiero la alcancía" 
"Así de ilógica es mi vida sin ti, como un bronceador en casa de esquimales"
"Cuándo fue la última vez que viste las estrellas con los ojos cerrados"
"Dime que no pensando en un sí"
"He venido a parar con la mujer que no soñé jamás, pero también jamás fui tan feliz" 
"Tengo una cita con Dios a las 5:50 y el Diablo me espera en la esquina al 10 para las 6" 
"El presente es un atleta sin pies"
"Hay pingüinos en la cama por el hielo que provocas" 

Ya sé que la última no es paradoja pero es una estupidez tan grande que la tenía que poner, y bueno ya me harté de googlear letras de Arjona, no es que haya buscado mucho, encontré todas esas en como 5 minutos, pero es que desespera, desespera, y ya se dan una idea. Todas sus letras contienen una tontería igual o peor a la de los ejemplos. 

Y de sus armonías musicales ni les platíco, sospecho que sólo sabe el círculo de Sol (Animal Nocturno, Quién Diría y Cuándo son perfectamente intercambiables entre sí) y se rumora que sabe cuál es Do. Esto último no está confirmado. 

Si a ustedes les gusta Arjona y se sienten ofendidos por el contenido de este blog, disimulen, pretendan que no les gusta, hagan como que son fans de Luismi mejor (de perdida él sabe escoger sus músicos), y escuchen "Qué nivel de mujer" o algo por el estilo. 

Ahora que si son fans de Mago de Oz...

...

...

 Mejor ya no digo nada. 

Ved. 

Ps. Por cierto, comenten, comenten, que se ve muy sospechoso tener 900 visitas y sólo como 20 comentarios. Quedan 880 de ustedes que nos hacen sospechar de su capacidad para usar el teclado. No nos desilusionen.