martes, 30 de diciembre de 2008

Se Busca Cantante

Cantar es como ver a Kristin Kreuk: un placer inmenso. Claro, no a todo el mundo le gusta ver a Kristin Kreuk, hay que descartar a las mujeres que le tienen envidia, a las que no les parecen atractivas otras mujeres (cosa que no entiendo), a los hombres que no les gustan las mujeres (cosa que entiendo menos) y a los hombres que les gustan las mujeres pero no les atrae Kristin especialmente (por estos últimos nada más siento lástima).

De todas maneras, aunque no les guste mi próxima novia, a todo el mundo le gusta cantar. La gente canta en la regadera, en el camión (bajito porque le da pena), en el carro (fuerte porque sienten que no los escuchan), en la escuela (bajito para que la maestra no se de cuenta), en el antro (fuerte porque andan borrachos), y en general en cualquier lugar donde haya más o menos manera. Es verdad, todos tenemos un artista dentro. TODOS.

Claro que hay personas menos cantadoras. Algunas por amargadas (ah secretamente quisieran cantar las de timbiriche, pero no se animan) y otras por caridad al prójimo (hay ciertas voces que Dios hizo más bien con miras a la penitencia). Hay un tercer grupo que no canta, pero esos es porque son mudos. No está bien burlarse de ellos ni pedirles que canten.

A mí me gusta mucho cantar. De hecho probablemente es la actividad que más disfruto después de lo de Kristin, pero como a ella la veo un día no y otro tampoco, nada más me queda afinar la garganta. Por muchos años no lo hice porque la verdad era más o menos una mentada de madre, pero ahora ya berreo menos y hay ciertos desadaptados sociales que hasta disfrutan de mis canciones. Yo canto cuando estoy contento y canto el doble cuando estoy triste.

Cantar es un remedio infalible contra el aburrimiento, el estress y la melancolía. Cantar serena el corazón y alegra el alma. Recuerda a amores olvidados y ayuda a olvidar amores olvidables, también acrecienta los amores que deben ser acrecentados. Cantar es, en verdad, ungüento para el alma.

Cantando se conquista a la mujer amada o por lo menos se logra que le de remordimiento y hasta dice la Biblia que el que canta ora dos veces, por lo tanto cantando también se conquista a Dios. ¡Qué feliz el destino del que canta!.

Por eso canten, canten todos los días, aunque sea un poco, aunque sea Timbiriche si no saben algo mejor, aunque sea en bajito si lo hacen muy mal, aunque sea poquito si no tienen tiempo. De cualquier manera, canten. Canten y sean felices.

A la que un día le cantó a la luz del sol ya poniente, le digo: gracias por haber cantado.

Ved

miércoles, 24 de diciembre de 2008

¿Quién me va a ignorar cuando te vayas?

Hacemos como que las cosas no nos importan, y a veces, hacemos como si nos importaran demasiado.

Es extraño cuando hacemos que nos importan lo que nos importan.

Antier un buen amigo me prestó su Playstation 3. Se va de viaje lejos y prefiere no llevarlo.

Es un aparato caro y probablemente su más preciada posesión después de su carro. La verdad es que bien pudo haberlo dejado seguro en su casa, pero ha decidido dejarme cuidarlo yo.

Hoy llegué al lugar donde pasaré mis vacaciones.

Es frío como las palabras de la mujer que ya no te quiere o como la mirada de la que no has sabido querer más.

Hace mucho frío.

Habiendo un clima tan hostil, y más personas de las que sería sano que convivieran juntas por 4 ó 5 días, decidí traer el Playstation para tener algo qué hacer y evitar que nos matemos entre nosotros. -Siempre se puede - pensé yo - resolver los problemas en una pelea de box virtual o destrozando bytes en forma de carros y edificios -.

La dueña de la casa ha decidido no dejarnos conectarlo, en caso de que le de por ver una película en alguno de los 5 días. - Se puede desconectar y poner la película - dije en tono razonable. Le pareció mucho lío. No hay juegos.

Mi amigo no tendría que haber sido generoso, y lo fue, la dueña de la casa tendría que haberlo sido, pero no le dio la gana. ¿Por qué? no se puede saber.

Recuerdo las novelas de Dumas. 20 años después de salvar a la reina, los mosqueteros, que un día día se hubieran dejado matar por el otro sin dudarlo dos segundos, son cautelosos consigo mismos, se guardan sus secretos y se ponen a ellos antes que la reina, la patria y lo que se acumule.

Mientras en el primer libro, en la juventud, la lucha era contra Inglaterra, contra Richelieu, contra el mundo, al llegar al segundo no hay más lucha que contra sí mismos y el espíritu de conservación y pasividad insoportable que llena las páginas.

Me pregunto si esto es lo que habrá pasado con el Playstation. Si la generosidad se mide en años y no en sonrisas provocadas o en abrazos efusivos. Me lo pregunto y me da miedo la respuesta.

Espero en 20 años reconocerme, recordarme, por lo menos, lo que fui ahora. Ojalá que cuando Wendy prenda la luz, me sepa encontrar en un espejo.

Ved

lunes, 22 de diciembre de 2008

Navidad según santa yo

Estoy harta de las reseñas optimistas de navidad, es momento de que seamos sinceros. He aquí el manifiesto por medio del cual no me gustan tanto estas fechas como se podría pensar de una melosa como yo.

Uno.La navidad contiene una serie de resentimientos familiares previamente archivados que deciden hacer su triunfal aparición en cada uno de los más mínimos detalles de la noche. Que si Pancho nomás viene a ponerse borracho y a moquearnos el ponche , que si no queremos los tamales de Juana porque el año pasado nos enfermamos , que si a la tía Chucha le tocaba el atole y no trajo nada igual que siempre y nomás se hace mensa. AH! me canso tan solo de pensar en tanta tontería propias de las mejores familias.

Dos.Nunca falta el tío o la tía incómoda que cada año participa en la historia chismosa que se contará de boca en boca por los siglos de los siglos, amén. En mi caso, está mi tía Lety que desde que tengo memoria nos jura a todos que nos compró un regalo que olvidó en la casa, así que mi pregunta es ¿será que la tía Lety tiene un closet repleto de regalos que siempre deja en casa?, o ¿será que los presentes se van a formar parte de alguna dimensión desconocida que no alcanzamos a imaginar? Ok, lo admito, este punto es chistoso y nos alegra las celebraciones (hay que darle un poco de crédito)

Punto número tres. Toda la deliciosa comida que nos tragamos en el típico bacanal decembrino termina atestando los gimnasios en enero, debido a la enorme cantidad de gordos asustados que aseguran no haber comido tanto y que tienen como propósito de año nuevo bajar esos kilitos de más. Entre lo que te comes en la cena además de las galletitas, chocolatitos y buñuelos que todo mundo te regala es suficiente para adquirir una siluta de pavo.

Cuatro. Puro trabajo. Es la etapa del año en la que mi mamá se pone más enojona de lo usual y nos hace tallar con cepillo de dientes el cancel de mi casa (esto no es una broma), preparar cena y tener todo reluciente para cuando lleguen los invitados. Además de que haciendo gala de que soy buena hija me paso toda la noche lavando platos porque como es navidad y es una fecha importante no podemos comer en platos desechables, según mi mamá pues. Mi tío Padre es tan fino que hace una comida en 3 tiempos que multiplicados por 11 personas nos dan como resultado muchos platos.

Cinco. Ahora que trabajo en una tienda tengo que lidiar con el estrés de mi tío debido a las bajas ventas de la tienda. Parece ser que este año la gente está decidida a comprar menos por lo que mi tío se enoja más.

La verdad es que no sé que pensar de estas fechas. Santa Claus ha dejado de formar parte de mi vida y sin el deseo de ver alguna sorpresa en mis zapatos las navidades no son lo mismo. En todos lados hay mucha gente y aunque no lo crean, todo mundo está extrañamente hostil, y eso que se supone que aquí la grinch soy yo.

Pero concretizando un poco las cosas, por más odiosas que puedan resultar estas fechas por esas y muchas más cosas, creo que sí vale la pena ser tan ñoños como Adrián y pensar que a final de cuentas lo que vale la pena es agradecer y demostrar el amor a las personas que a pesar de todo , queremos con todo el corazón.

Así que feliz navidad, aquí su grinch con crisis de escritor sólo tiene buenos deseos...a pesar de todo.

sábado, 20 de diciembre de 2008

Oh melancolía...

El fin de año huele a compras, enhorabuenas y regalos con votos de renovación... y a mí no me da por hacer canciones, más bien por escribir blogs. 

Hace mucho pensaba que la Navidad era esa época del año en la que aparecen las chamarras y los licores en la mesa no sólo son tolerados por las mamás, sino hasta bien vistos. Y medio me quedaba claro el asunto del niño Dios y lo de reflexionar y tal. Era igual todo, yo esperaba un nintendo o un juego de nintendo o el siguiente nintendo enfriándose al lado de mi zapato el 25 por la mañana y lo demás era lo de menos.

Ahora crecí. La vida me hizo olvidar los nintendos (a veces) y, extrañamente, acordarme del niño ese que nació hace 2008 años (2003 según cálculos más exactos). El que dividió la historia, el que tiene LA historia. El que hace toda la diferencia dependiendo de si exisitió o no. 

No daré sermones, no se preocupen. Mi punto es que hoy salí a comprar algunas cosas (sí, yo también) y noté el absoluto frenesí navideño. Pensé que todas esas personas, de manera conciente o no, festejan el cumpleaños de Cristo con un entusiasmo que tal vez no festejan en su propio cumpleaños. Si se dan completa cuenta o no, no quita ningún mérito. Es como cuando uno se va de colado a alguna fiesta en la que no conoce bien al invitado. Eso no le quita nada a lo divertido que se pudo haber puesto la pachanga. Y a veces, darle el abrazo al festejado o no, es lo menos importante. 

Por eso invito a todos los católicos preocupados porque esta navidad se rece más y se den menos regalos a que se relajen. Los regalos son parte de la fiesta y además, si uno cree, debe rezar todo el año, no nada más en Navidad. Si la gente es feliz regalando, déjenla, ya quedan otros 364 días para querer recibir. Sólo en Navidad el espíritu de generosidad se extiende, sólo en Navidad a la gente le da por dar. Que Dios bendiga al que inventó la navidad.  Que Dios bendiga a Dios.

Hoy sí los quiero:

Ved.

viernes, 19 de diciembre de 2008

Mentiras todas

Eso no es cierto, yo no soy solo la novia de Mario, soy algo más que eso aunque les cueste tanto trabajo creerlo. La verdad es que creo que deben saber la historia si es que existe un alma caritativa que lea mis desgracias y entienda un poco de lo que estoy pasando.

Tal cual como se supone que deben empezar estas cosas en las que uno se reconoce enfermo y necesitado de ayuda diré que me llamo Anabel y tengo crisis de escritora. Siempre fue mi sueño hacer cuentos, quizás porque en muchas ocasiones me sentí hasta cierto punto rechazada y necesitada de amigos que sólo en mis historia podía inventar. Yo creí firmemente durante 16 años de mi vida que no importaba ser mala en clase de deportes o que me asustara dar maromas; no importaba que las matemáticas no me gustaran o no saber bailar. Yo sabía escribir y eso me hacía sentir fuerte, buena en algo...

Así que no sé cómo llegué hasta aquí... durante mucho tiempo quise culpar a adrián por decirme la verdad pero en el fondo creía que él y su estúpida nariz de botón tenían razón: no por desearlo con toda mi alma ya era especial...
Sin embago creo que Adrián quiso expiar sus culpas o de plano se sintió muy mal de verme en coma de proyecto de vida, así que creó este blog para obligarme a seguir intentando. Yo era una guerrera, hoy sólo queda la desolación de mis ruinas...

Este blog es por tanto el recurso de la esperanza, tengo miedo de intentarlo y toparme con que mi destino es ser la mujer amargada llena de gatos que lee en el jardín. A veces sólo tengo ganas de enterrar la cabeza como una avestruz y fingir que nada sucede y que me siento feliz, pero siempre está ahí el sentimiento vago de que me falta algo. Mis letras se quedaron atrapadas en la tela de una araña y no sé cómo sacarlas de ahí.

Este el grito de desesperación de quien se ha perdido. Ayuda.

jueves, 18 de diciembre de 2008

Apenas nace, el blog es ignorado.

Alguien tendría que haber escrito aquí hoy y no soy yo. Hace falta mucha sangre fría para dejar que una persona haga un blog en pareja y luego dejarlo escribir solo. Es como el tenis, si uno fuera a jugar dobles y al llegar a la cancha le dejaran solo, verdad que se hablaría mal del compañero que no llegó? aunque aquí no hay pelotas ni cancha, y no se compite con nadie, pero no deja de ser feo. 

Me siento como esos niños de la calle que uno los ve y le da ternura. Me pregunto qué se hace con estos niños? las personas dicen que no hay que darles dinero porque se lo dan a sus papás que los explotan y que si les dejas de dar, dejarán de ser enviados a la calle. Me pregunto si algún niño consiguió quedarse en casa después de unos días sin llevar dinero. Se evita algún mal no dándoles dinero? se evita dándoles? me gustaría saber esas cosas.

Y bueno, fans de Anabel, uníos, exigid lo que es vuestro! hagan huelgas o hablen con el Peje, lo que sea necesario, pero hay que hacer que las vacas hagan su aparición acá. 

Saludos. Todavía no les quiero.

Ved.

martes, 16 de diciembre de 2008

Nace un blog.

Así casi sin querer, accidentalmente, como algunos niños que yo conozco, nace hoy este blog que tienes en tus manos, bueno en tu compu. 
Escribiremos ella y yo, o yo y ella, dependiendo el día y el humor. Ustedes se dedicaran a leer, aceptar y a lo mucho respaldar nuestras opiniones, en caso de que se les requiera una muestra de apoyo, se les hará saber por los medios pertinentes y espreramos, por su bien, que no nos defrauden. 
De qué hablará este blog interesante? de vacas y cometas casi seguro que no. Ustedes lean de todas formas, lo que nos depara el futuro sólo el futuro lo sabe, pero ya nos lo va diciendo poco a poco. Paciencia, ante todo paciencia. 
Bueno es tarde y hora de dormir, pero así deben ser los blogs, llegar tarde y ser escritos con un poco de sueño, al final del día, para iluminar a la mañana siguiente todas las caritas de esos lectores felices que esperan ansiosos el post reciente. 
Los quiero.

No es verdad, ni los conozco, es más por ahora como es la primer entrada, nadie leera, ni existen. 

Corrijo:

Algún día los querré:

Ved.