viernes, 23 de enero de 2009

El amo

Él es más que una pesadilla porque siempre ha estado ahí. Le gusta caminar lentamente arrastrando los pies para que yo pueda fingir que no me doy cuenta de lo cerca que está de mi nuca. Es mi sombra y mi condena, un grillete que me detiene el pie derecho para que no pueda correr lejos de sus mandatos.

Es calvo, lleva la cara muy blanca y de sus labios sobresalen ligeros colmillos gozosos de desgarrarme la esperanza. Gusta de guardar las manos en su larga gabardina negra que le cubre hasta las rodillas y ríe, ríe de una manera que me congela de terror hasta que lo veo cansarse de toser murciélagos. Pero a pesar de tanto odiarlo, no llega la hora en que pueda verlo partir.

Es como la carga de un mono en mi cabeza que me aplasta las ideas y sólo baja para repetirme en el oído: “No puedes. Ni eres guerrera ni sabes triunfar. Tu boca no es poesía. Sólo te queda llorar.” Entonces yo me levanto mirando de frente al demonio de las mil cabezas con mi espada desenvainada y me creo fuerte, veloz, capaz de derrotarlo, mas en ese instante el amo chasca los dedos disparando relámpagos y no me queda más remedio que derrumbarme como el árbol seco que nada puede salvar.


¡Sáquenme! pues yo sola no consigo salir de esta prisión de hierro. No quiero ya que se comente por las calles mi discapacidad y mis anhelos. Ya no quiero que se diga que hoy por hoy, soy esclava de mi miedo.

Bel.

jueves, 22 de enero de 2009

Desearía ser tan afortunado como yo

Hay cosas que a uno le salen natural. Por ejemplo, hay quien es naturalmente chistoso o hay quien es naturalmente un amargado de los meros malignos, o un tronco, o muy menso o listo o lo que sea. Yo soy naturalmente presumido.

Así, me sale natural. Hasta cuando según yo ando practicando la virtud de la abnegación y la negación del yo, no falta quien me diga: caaaaalmate farol! muy humilde me saliste o ¿qué?.

Y la verdad, es que yo no me tengo en tan alto concepto. Es cierto, soy bueno para hacer música o saber cosas que vienen en el maratón o hacer videos y cosas así, pero admiro a tanta gente que hace esas mismas cosas y creo que están en un nivel con el que yo sólo puedo soñar, que más bien la mayoría del tiempo veo mis logros y me parecen poca cosa.

De todas maneras, no sé, hay algo en mis palabras, en la manera de decirlas, que parece que creo que soy el rey del planeta, o, como dice Anabel, parece que me ando pendejeando a todo el mundo.

Claro que creo que hay gente estúpida que no sé a qué le tira en la vida. Eso me desespera. Es muy triste ver a alguien a punto de graduarse, o graduado o de 40 años que no domina nada, que no tiene arte, que no tiene oficio. Es muy triste porque seguramente esa persona tiene algún don, y simplemente por flojera (no hay otra razón) decidió no utilizarlo.

Entonces pues a mi lo que me dieron, lo uso, pero luego hablo mucho de cómo lo uso o no sé, a veces creo que es más bien lo que hago. No es lo mismo que alguien te diga: pues el fin fui a tocar y pff una lata, ahí todo mundo pidiéndote fotos y el ingeniero de sonido un idiota, a que alguien te diga: pues hoy fui a la oficina y pff, una lata, ahí todo mundo pidiéndote reportes y el jefe un idiota.

Por alguna razón el primero es un idiota presumido y el segundo un pobre que sufre en la oficina. So yo dijera lo segundo, de todas formas sería un idiota presumido.

Y bueno este blog tenía que ser sobre el mayor defecto que creo que tengo y como que más bien he escrito excusas ¿no? supongo que así es como uno trata de sentirse mejor consigo mismo al respecto.

Pero sí, salí de la prepa 2 años antes de lo normal y era más listo que cualquiera en mi salón, grabé mi primer disco a los 16, daba conferencias a los 17, escribí por primera vez en un periódico a los 18, me pagaron por hacer un video por primera vez a los 19. Ya está. Soy un asco de persona. Ah también le daba clases a médicos a los 21.

Si un día me escuchan hablar de más, nomás diganme que simón.

Ved.

martes, 20 de enero de 2009

Manifestación

A todos los lectores:

Se les solicita su ayuda para presionar a Adrián en vista a que no ha escrito en el blog y así no puedo ayudarlo a superar su crisis de escritor ajajajajaja!!!

Fans de Adrián, unanse a mi huelga!!!

Anabel.

domingo, 18 de enero de 2009

Caras vemos

Estoy nerviosa. Mañana tengo mi primera cita para intentar dejar mi condición de hija mantenida y laborar en algo interesante que quiero suponer que me va a salir bien. Voy a conocer a alguien importante y tengo que dar una buena primera impresión para que le den ganas de contratarme, eso implica zapatitos, sonrisita y lo más peinada que se pueda tratándose de mí. No quiero gustarle porque en el mundo de la política es un tanto arriesgado andar enamorando gente de sociedad (ay sí , aguas con doña guapa) pero total que el Julio no me ayuda y veremos que sale mañana.

En fin, no quiero hablar de mí porque en realidad no soy una personalidad tan interesante, voy a hablar de la primera impresión que me dio la mejor de mis amigas. Lo que yo les pueda decir de Rosa me es insuficiente para describirles la calidad de persona que es ella, un ser humano completamente ético, optimista, valiente y sobre todo único en el universo entero.

La conocí en la primaria pero viviamos en mundos paralelos. Ella era la muchacha social que andaba en fiestas y gritaba mucho, mientras yo era la niña antisocial que usaba anteojos y tenía las mismas dos amiguitas desde el kinder. Rosa se burlaba de mis zapatos ortopédicos a grandes voces y yo resolvía el asunto a golpes. Rápido, sencillo y efectivo.

Sin embargo llegó el momento de entrar a secundaria. Ella entró con la sonrisa de lado a lado y se sentó junto a mí. Durante más de una semana nos dedicamos a mirarnos con extrañeza sin dirigirnos la palabra, yo estaba bien segura de que me caía realmente mal. Al poco tiempo nuestras carcajadas resonaban por todo el salón y nos volvimos casi hermanas. No sé cómo sucedió sólo sé que forma parte de ese tipo de cosas que uno no recuerda claramente de sus historias pero sabe que así fue y valió la pena.

Poco a poco me quitó lo ñoña, aunque muchos lo duden y me ayudó a encontrar una identidad propia y a creer que aunque no sabía hacer figuritas con palillos y mi lógica no daba para mucho, algo habría de tener de bueno por lo que siempre le estaré agradecida.

Eso me demuestra que muchas veces me he equivocado al juzgar a alguien en la primera impresión. Ya lo ven, la persona que critiqué duramente por ser como era, hoy es mi mano derecha y la dueña de mi profunda admiración.

Gracias por todo, porque sé que hoy me estás leyendo.

P.D- En caso de que después de leerme les haya entrado la curiosidad, Rosa es rubia y tiene ojos azules. Es soltera, inteligente, muy chistosa y puede darles terapia por una módica cantidad ( el 10% de las ganancias son para mí).

Anabel.

miércoles, 14 de enero de 2009

Primeras Impresiones

La primera vez que ves a alguien, dicen, es muy importante. Esas primeras palabas, esos primeros momentos, quedarán grabados para siempre en la memoria.

Esto es lo que llamaríamos una verdad a medias. Hay personas que vimos por primera vez y ya nunca volvimos a ver y claro que no nos acordamos. Hay otras que vimos muchas veces y sólo después de varias nos empezaron a llamar la atención, y hay otras que sí, en efecto, vimos por primera vez y ese momento quedó grabado en nuestras mentes para siempre o hasta que la amnesia nos separe.

Yo me acuerdo muy bien de la primera vez que vi a mucha gente. Por ejemplo la primera vez que ví a Silvia Navarro fue tanta nuestra química que no nos separamos del otro por cuatro horas seguidas (es una historia cierta), aunque después no volví a verla. En cambio no recuerdo la primera vez que ví a Anabel o a Mario, o a muchas personas que al final han sido más importantes en mi vida que Silvia Navarro (ella se lo pierde).

Traigo el tema a colación porque empiezan clases estos días. Uno conoce montones de personas nuevas y decides si te van a caer bien o mal en milésimas de segundo. Basta una sonrisa o una pregunta estúpida al maestro para inclinar la balanza y, una vez inclinada, es muy difícil cambiarla de lugar.

Claro que esto lleva a juzgar mal a las personas. La primera vez que ví a Bricia yo creí que era la mujer más sangrona del planeta y la verdad, es que es muy buena gente (que DIos le ayude con sus gustos musicales, pero eso no tiene que ver con lo buena gente) y la primera vez que hablé con Chuy me dijo que yo era un morrito fresa pendejo que vivía en mi burbuja. Ahora somos buenos amigos (también es una historia cierta).

También me ha pasado al revés, aunque aquí no digo nombres porque no vaya a ser que Fer o Liza sepan lo que realmente pienso de sus personas.

Por último están las personas como yo, que nomás de verlas te caen gordas. A cada uno de mis mejores amigos le he parecido insoportable la primera vez que me vió. Ahora siguen pensando lo mismo pero ya se resignaron.

Es una cosa rara, hay gente que de verdad la ves y nomás no. Ni siquiera tienes un motivo, o tal vez lo tienes, pero es una tontería, es igual, te cae mal. Yo debo tener una cara de sangrón insoportable, porque en serio que nunca me ha pasado que me digan: noo desde que te ví me caiste bien. A todo mundo le tuve que contar chistes y regalar chocorroles para que me dieran una oportunidad. Qué cosa curiosa no?. La mayoría decidió que su primera impresión era acertada y sigue creyendo que soy un zoquete. Yo los entiendo, pero no comparto su opinión.

En fin, si me ven en la calle, no me odien, no valgo la pena.

Ved.

lunes, 12 de enero de 2009

Propósitos

Antes que nada creo que debería pedirles una disculpa, debido a que mi post de los sueños ha sido calificado como un escrito meramente chafa que deja mucho que desear. Lo siento, de verdad me es difícil escribir en este tiempo, así que estoy muy necesitada de su ayuda para que me critiquen y así poco a poco poder mejorar. Dejenme un comment. Tirenme lechugas si es necesario. Tengo muchas ganas de crecer y de volver a confiar en que puedo ser una escritora que valga la pena leer.

En fin, parece ser que mi actitud de grinch comienza a dispersarse una vez finalizado todo el jolgorio navideño y sus secuelas. Este año incluso tuve la suerte de que no me tocara el mono en la rosca, cosa que me tiene muy sorprendida y alegre porque eso de poner tamales dejó de ser chistoso al tercer año consecutivo.

Lo que sí me parece gracioso es hablar de los propósitos de año nuevo porque todos comentamos acerca de ellos pero nadie los cumple. Y claro que yo tengo propósitos, soy una mujer amante de la planeación y sus beneficios porque cualquier ser humano necesita tener objetivos. Mi objetivo del 2007 fue bajar de peso y lo logré. Más tarde cuando llegó el 2008 quise fue bajar de peso otra vez porque pues...total no estaba contenta con mi físico y no hay que quejarse todo el tiempo.

Este año sigo sin estar completamente feliz con mi peso y con mi apariencia pero me he cansado de tener año tras año el mismo propósito vanal que hace que los gimnasios se atiborren de culpables cada enero invariablemente. Yo esperaré pacientemente a que llegue julio, se vacíen y empiecen a ofrecer descuentos en membresías a ver si así me dan ganas de volver a ejercitarme.

Es por eso que este 2009 he decidido que mi propósito de año nuevo es no tener propósitos. Voy a dedicarme a disfrutar las cosas que tengan que pasar y a preocuparme menos. Quiero reír más, ver una buena obra de teatro y descubrir cosas nuevas del mundo que no sabía que existían, como el pulpo mimo. Superarme a mí misma es el reto diario y para eso no necesito 12 uvas ni sidra, todo es cuestión de una voluntad de hierro que va más allá de una celebración familiar.

Este 2009 voy a repetirme que sí puedo simplemente porque así lo quiero. La guerrera ha vuelto a la carga, detenganme si pueden.

Anabel.

sábado, 10 de enero de 2009

Soñando se llega a Roma

´Shh! Guarda silencio, Alicia, que el rey rojo está dormido y sueña con nosotros. No debemos interrumpirle pues en cuanto despierte todos dejaremos de existir...´


Me gustaría saber por qué siempre que se tiene un excelente sueño algo tiene que interrumpirlo en la mejor parte y nunca puedes volver para conocer el desenlace de tu historia. Muchas veces me ha pasado eso de encontrar al hombre perfecto y de pasear con él tomados de la mano a la luz de la luna en la playa. De repente se acerca y me mira de esa forma provocativa que hace que me tiemblen las piernas y me suelte el cabello como un gesto entre poético y erótico sumamente característico de mis sueños. Entonces se acerca, cierro los ojos, alcanzo a sentir la suave humedad de su boca, cuando de pronto... ¡Buenos días solecito! No , no, por favor sólo cinco minutos para saber qué pasó, es lo único que pide esta greñuda en crisis antes de ir a la escuela.


Sin embargo nunca he logrado volver a mis momentos mágicos. No cabe duda que la vida es cruel sin importar lo que opinen los optimistas.¿Habrá alguna razón de peso para que los sueños se queden incompletos? Hay veces que sí.


Cuando se trata de una pesadilla creo que es mucho más terrorífico cuando despiertas justo en el momento más complicado de la historia. Una vez soñé que me seguía un vampiro. Me persiguió durante gran parte de la noche y cuando me atrapó del cuello y me obligó a mirarlo a los ojos me dijo "Deja de tratar de escapar de los tuyos. No huyas a tu propia especie" con una voz tan grave y tan penetrante que creo que no se me va a olvidar. Desperté agitada y corrí a lavarme la cara hasta que estuve segura que se había tratado de un sueño. Conclusión: No más Anne Rice antes de dormir.


Se hace tarde y mañana es el primer día de escuela. Es momento de idear un sueño que valga la pena contarles.


Anabel.

jueves, 8 de enero de 2009

Anoche tuve un sueño que nadie merecía

Sólo que no lo recuerdo.

Dicen que los sueños en realidad duran muy poquito, o sea, los que uno tiene dormido, los que sueñan despiertos pueden durar todo el día en su sueño, algunos que dominan la técnica se pueden pasar la vida soñando. Pero no, yo hablo de los sueños, sueños.

Dicen que duran en total como un minuto aunque a uno le parezca más. No me lo creo. Yo puedo soñar de un tirón que estoy en mi casa, que me trepan a un x-wing (la navecita de Luke Skywalker), que me pego un tiro con extraterrestres cara de buho, que salvo la tierra, que me voy de vacaciones a Cancún, que ahí me encuentro a Kristin Kreuk y que nos vamos a vivir... pues ahí mismo, a Cancún, siendo un lugar tan bonito, ¿para qué nos íbamos a mover?

Eso no dura un minuto, a mi no me engañan.

Los sueños son todos misteriosos encima. Hay gente que se dedica a interpretarlos, yo creo que no significan nada más que las impresiones que uno tuvo durante el día. Además yo me puedo obligar a soñar casi cualquier cosa, y entonces más bien van a interpretar lo que yo quiera ¿no?

De todas maneras, aunque no signifiquen nada, yo creo que los sueños son muy divertidos. Además a mí me da por tener dos o tres sueños cada noche, y me acuerdo de todos por lo menos ese día.

Ahora, pasa otra cosa con mis sueños: La mayoría tiene soundtrack. Como que tengo ahí en el cerebro una colección no chica no grande de canciones para poner mientras sale el sueño, y además los sueños salen acá como que medio de película, hay movimiento de cámara y toda la cosa. Se ven zooms, desplazamientos de cámara, planos abiertos y cerrados y a veces, hasta salgo yo pero en tercera persona y mi yo dormido es el espectador.

También, casi siempre, me entero de que es un sueño y puedo cambiar la trama si no me gusta o se está repitiendo mucho o me parece aburrida esa parte. Literalmente puedo decir: a ver, no no, esa parte del sueño no me gustó, vamos para atrás y mejor que no me caiga del desfiladero y me rescate Batman de último momento, sí, es mejor así. Y después que me ofrezca ser su sucesor y heredero. Acto seguido voy en el batimovil.

Pero ya se me fue la idea, les decía del soundtrack. Eso en especial me da mucho coraje, porque unas canciones están muy buenas y trato de apuntarlas en algún lugar del sueño para que no se me olviden, pero cuando me levanto ya no sé cómo era la tonada. NUNCA. Es terriblemente frustrante porque unas de veras están excelentes y si me acordara podría pretender que yo las compuse, aunque ya vinieran en mi cerebro como de paquete, así como el word en las compus o algo por el estilo.

Ya me voy a dormir pues.

Ved.

Si yo supiera bailar, bailaría tango.

Yo también bailé en el kinder pero fue cuestión de orgullo. Mi maestra me corrió una semana antes del día de las madres que porque no me salía la vuelta para el lado derecho y chocaba con el niño de al lado. Me dijo que me fuera al salón y que me pusiera a leer. Yo me fui moqueando a buscar un libro.

Pero eso no fue suficiente para quebrantar mi espíritu y aferradita desde chiquita me puse a ensayar tarde tras tarde en la cochera el bendito "ratón vaquero" para deleite de mis vecinos que cada vez que me veían querían que les bailara. Me puse mi sombrero, las trenzas, las botas y le callé a la boca a esa señora con cara de diabla que todo el año escolar me obligó a demostrarle que sí podía. Fui la mejor. Di la vuelta a la izquierda. Mi papá se volvió loco.

Años después he llegado a la conclusión que mi discapacidad para bailar es producto de dos pies izquierdos heredados pues en esta familia casi todos tenemos la gracia de un hipopótamo para mover el cuerpo, pero eso no impide que lo hagamos fiesta tras fiesta. Odio que me saquen a bailar porque me da mucha verguenza pisar al pobre perdido que me vio cara de bailarina y que me regresa a mi lugar desilusionado (a menos que sea todavía peor que yo en el arte de moverse).

En fin, eso no evita que baile cada vez que me dan ganas sin importar lo que opinen los demás. He bailado en la regadera cuando estoy contenta, en mi cuarto, en la sala y hasta en la escuela cuando no me ven. Creo que en el fondo todos podemos bailar el "voulez-vous couchez avec moi ce soir" si nos sentimos lo bastante sexys y dejamos de creer que todo mundo está pendiente de lo que hacemos. El chiste es divertirse, ¿tú que opinas?

P.D- Se pide su cooperación para enseñar a bailar a este par de escritores que nomás no conquistan a nadie con sus extraordinarios movimientos.

miércoles, 7 de enero de 2009

Tengo miedo de que un día ya no quiera bailar conmigo nunca más

Bailar es... una cosa que no entiendo. Undotrescua sigue el compás, undotrescua, la pierna derecha adelante, mueve esta mano, no, esta mano, a... ándale, para acá, a ver vuelta... no me da, no me da la cabeza para tanto. Mucho menos para el "perrea mami perrea".

Una vez bailé. Bueno, dos veces bailé. La primera fue en el kinder, casi no me di cuenta y nadie me pidió mi consentimiento. Me vistieron de araña, me treparon al escenario, me echaron las luces en la cara (que siendo el kinder que era no han de haber estado así muy pegadoras) y bailé "Che araña" de Cri Cri, creo que yo era Che. Baile lo mejor que pude y la gente aplaudió. Era un público entregado ese de mamás desquehaceradas y papás desempleados. Al día siguiente decidí retirarme en el pináculo de mi carrera.

El retiro fue bueno, a veces difícil. En los quince años y las bodas sobre todo tuve que aferrarme a mi vaso (que encima nomás era de pura coca) como náufrago a su tabla o como mi tía Geny a sus regalos de navidad - tendrían que ver esa escena para entender -, eran horas interminables de más hielos y jueguitos en el celular o plática con algún (nunca era alguna) otro amargado como yo. Bueno, yo no era amargado, mis razones eran de fondo.

Y las razones eran... no tengo la menor idea. Nunca he sabido por qué le tengo tanta aversión a mover las patitas rítmicamente, pero no sé, me da crisis, es un misterio. Va más allá de mí.

Alguien alguna vez me hizo bailar. 5 canciones. Casi 20 años después de Che araña me puse a bailar melodías bastante menos memorables porque una mujer supo pedírmelo. Me gusto. Lo volvería a hacer, pero sólo con ella, pero sólo como me lo pidió.

Ustedes, los que pueden ver a la pista de baile a los ojos sin temor, bailen. Se ven bien bailando.

Ved.

martes, 6 de enero de 2009

El placer de vivir

Hoy no tengo ganas de hablar sobre creer que puedes ser ronaldinho cuando nisiquiera sabes dónde está la portería. La depresión es grande y pensar en eso no va a ayudarme a salir de mi crisis de escritor, así que me dedicaré a comentar acerca de una temática menos emo por temor a que me pateen.

Hay muchas cosas que me gustan en la vida y curiosamente son los pequeños detalles que poca gente se detiene a observar lo que me hace creer que vale la pena quedarse por aquí. Me gusta el café, los libros, la lluvia y seguir las líneas de hormigas para ver qué llevan cargando. Amo a Neruda, a Mafalda, hallarle forma a las nubes y ganarle las discusiones a Adrián. Disfruto pasear a caballo aunque Mario proteste todo el camino y después me den ganas de estornudar.

Pero sí he de ser sincera, escribir me gusta más que las burbujas de jabón o los cuentos con muchos dibujos. Escribir es mi placer y mi condena, mi sello personal. Espero algun día estar en la FIL cansada de firmar autógrafos y diciendoles al montón de escritores wannabe ´´tú puedes muchacho´´ . ¡ Oh juventud con sueños de rockstar !

En fin, por hoy los dejo descansar de mis cursilerías y de toda la azúcar que cierto autor de blog me critica tanto ajajajaja pero lo lamento, no lo puedo evitar.
Gracias a todos, rostros oscuros que se toman la molestia de leerme a mí, a mi crisis y a mis ganas de salir de aquí.

De vuelta en casa.
Anabel.

lunes, 5 de enero de 2009

La verdad

La verdad es que un día se cansó la Verdad de buscar su verdad sin hallarla, sin embargo al principio rodando pasó sin que nadie pudiese salvarla.

La verdad es una cosa muy difícil. Terriblemente complicada, es verdad que nos la pintan como una maravilla y el remedio para todos los males. Aún la Biblia presenta a Cristo como la misma verdad. Como si dijéramos: esa canción es la neta, así Cristo es la verdad.

Hay veces, sin embargo, que las canciones y el redentor del mundo no tienen nada que ver, veces en las que, no importa la solemnidad de la verdad, sería mejor no saber.

Por ejemplo cuando uno se da cuenta que no sirve para algo. Qué tal que uno quiere ser un patea-balones reconocido, el Ronaldhino de los próximos años, y resulta que en realidad no podría meter un gol si la portería midiera lo mismo que las filas del McDonallds en hora pico. Bueno así tal vez sí lo metía, pero en los 7 metros que mide una portería normal, no.

También hay veces que uno se cree Bono o Thom Yorke, o Jimmy Hendrix, cuando la verdad (ven lo de la verdad aquí pues) es que más bien el parecido es con el gallo de oro Valentín Elizalde o Lagrimita de Lalo y Lagrimita.

Hay otras verdades así golpeadoras de este tipo, cuando uno se da cuenta que le ponen el cuerno, cuando abres cualquier dia cualquier periódico, cuando descubres que en realidad a tu novia no le gusta el sushi y fingía (ah sí que fingía y lo peor es que tu fingías que te gustaba porque parecía que a ella le gustaba), cuando te enteras que tu hijo no es el Albert Einstein azteca que sospechabas sino que más bien es muy bruto, cuando perdiste el celular, oh sí, por quinta vez en dos años...

Esas cosas es mejor no saber.

La ignorancia es una bendición, decían en Matrix. A veces les creo.

Hoy me gustaría mejor no saber lo que sé. Fui más feliz en la ignorancia. Ojalá alguien me convenciera de que la verdad es siempre grandiosa.

Ved.