miércoles, 24 de junio de 2009

Y se ha demostrado que nunca nadie nos podrá doblegar

"Algunas personas creen que el fútbol es un asunto de vida o muerte. Se los aseguro, es mucho más serio que eso". Bill Shankly, ex entrenador del Liverpool.


De veras don Shanky se tomaba el fut en serio. Una vez le preguntaron si era verdad que llevaba a su esposa a un partido de fútbol como regalo de aniversario, a lo que él respondió: "por supuesto que no, es su cumpleaños. Tú crees que yo me hubiera casado en temporada de fútbol?". 


Dicen por ahí que de las cosas menos importantes, el futbol es la más importante y yo creo que es verdad. En el último mundial se generaron algo así como 6 billones de Euros, lo cual viene siendo algo así como 1,118,747,143 de pesos. Eso es más de lo que todos los que lean y escriban este blog lleguemos a juntar durante todos los días de nuestra vida juntos. Y según yo Slim lee mi blog.


Yo siempre me he preguntado si la gente sabe que no sirve. Por ejemplo, conozco algunos músicos que juran que van a ser los próximos Beatles y no saben ni afinar una guitarra. O algunos "grandes escritores" que no saben ni poner acentos. Y se ven tan seguros de sí mismos que nadie se quiere aventar la bronca de decirles que no la arman, entonces, si ellos no lo saben, algún día se darán cuenta?... no lo sé. Yo me doy cuenta que no la armo en el fucho. 


O sea, tampoco es que sea yo de esa gente que le avientan un balonazo y se tapa la cara, pero estoy muy lejos de Ronaldhino o Messi. Muy lejos. Muy lejos. De veras. Pero igual me encanta, me emociona, juego fifa en el playstation y siento que me muevo a mí mismo, conozco a todos los jugadores del Barcelona, con todo y banca, sé cuánto miden, de qué juegan, cuánto valen y hasta qué les da de desayunar su mamá (no se burlen, algunos todavía viven con su mamá). El balón es mi amigo. Lo malo es que yo no soy amigo de él. 


No sé si hubiera preferido ser futbolista que músico, escritor o cineasta. Sé que tengo la actitud, la estatura, la salud, un IQ arriba de 65, lo cual automáticamente me convertiría en uno de los jugadores más inteligentes del mundo, por lo que mis declaraciones al final de los juegos serían hasta interesantes... Vamos, tengo hasta el uniforme con calcetas, las espinilleras, los zapatitos... uno me ve en la calle vestido de futbolista y dice: mira ahí va un futbolista. Lo único que no tengo es magia en los pies. Nada de joga bonito para mi.


Lo más que me queda es armar un equipo con los compas, de fútbol rápido porque no somos suficientes para armar un equipo de 11, ellos, igual que yo, alguna vez quisieron ser futbolistas y ahora son químicos, bateristas, administradores, estudiantes de algo, ingenieros que hacen como que juegan mientras lidian con la escaza condición, la cruda, la desorganización del equipo y la falta de técnica.  Debutamos la semana pasada en una liga de fútbol rápido. 


Perdimos 17-0.


Somos felices. 


Ved.

1 comentario:

  1. No me gustÄ el futbol, nunca me ha gustado, ni en épocas primigénias en que parecía menos tortuoso ver a nuestra selección hacer el ridículo frente a bangladesh... no obstante elogio los intentos personales por hallar la felicidad crítica en algo tan simple como una cascarita o un torneo fallidO... en encontrar en el cansancio adormecedor que dejan los juegos improvisados, un momento para contemplar la realidad desde un balón y reir felices, sólo por estar donde se está.

    Es genial!

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